A primera vista, no hay duda de que se trata de un RX, con todo su enigmático, elegante e incisivo estilo que lo convierte en uno de los modelos más atractivos de su categoría. De hecho, lo que los diseñadores siempre han tenido claro es que el distintivo perfil cupé del RX debía preservarse. Pero si mira con atención, percibirá que el RX L no solo es más largo en su parte posterior, sino que al ángulo del portón trasero se le ha dado una mayor inclinación, un tenue ajuste que en la práctica es lo que permite ofrecer mayor espacio sobre la cabeza en la tercera fila de asientos. Incluso con solo desplazar el mecanismo del limpiaparabrisas trasero de la parte superior de la luna a la inferior, se han ganado valiosos milímetros.
Abra la puerta y descubra la inteligente solución de Lexus para ofrecer una tercera fila de asientos y una disposición fácilmente adaptable cuando lo que se necesita es mayor espacio de maletero. Eleve los asientos o abata uno o los dos para ganar espacio: basta con pulsar un botón. El acabado de alta calidad de los asientos es el mismo que el del resto del interior: asientos cómodos tanto para los más pequeños como para los adultos, aptos tanto para trayectos cortos como para largos viajes. Si lo que desea es salir una noche con los amigos, con el RX L le basta: no necesitarán otro coche. El habitáculo ha sido diseñado para que sea un espacio social; lo que en Lexus denominan efecto “lounge”: un habitáculo abierto y luminoso en el que todo el mundo puede ver fácilmente lo que está pasando, disfrutar de las conversaciones o del entretenimiento de a bordo en los viajes más largos.