Bajo el hashtag #StopincendiosD, la iniciativa ha sido impulsada por www.ventanasypuertasdealuminio.es, portal patrocinado por Itesal, empresa aragonesa dedicada al diseño, fabricación y distribución nacional e internacional de sistemas de aluminio para la arquitectura y la industria y líder nacional en la fabricación de perfiles de Rotura de Puente Térmico (RPT). Pretende involucrar a toda la sociedad: administraciones públicas, ciudadanos, empresas privadas, medios de comunicación y redes sociales para difundir en todos los canales posibles este mensaje de vital importancia para la sociedad.
Cuando una persona adquiere una casa o inicia un negocio, toma en consideración factores como la hipoteca, la situación laboral o las crisis económicas, entre otros. Sin embargo, un incendio es una amenaza real y constante, a la que no se le da la suficiente importancia. En este sentido, la fundación Mapfre realizó un Informe de Víctimas de Incendio en España en 2016 en el que ascendían 175 fallecidos, de los cuales 133 estaban en su propio domicilio.
Más incendios y más víctimas en las viviendas sería el resumen de los datos de víctimas mortales en casos de incendio que dio a conocer la Fundación MAPFRE y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) en su estudio Víctimas de Incendios en España 2016, llevado a cabo por ambas entidades para ofrecer información precisa sobre las víctimas mortales de incendio y desarrollar acciones preventivas.
Según el estudio, la mayoría de los 16.136 incendios sucedidos en la vivienda fueron ocasionados por un aparato productor de calor (radiador o brasero) ubicado en el salón y durante el día. También, destacan los incidentes causados por el cigarrillo, hábito que todos los años provoca numerosas víctimas y aunque mejora respecto a hace dos años, todavía es preocupante. El 52% de las víctimas fueron hombres y el 60% mayores de 65 años. Entre las causas de muerte destaca la intoxicación, que afectó a 6 de cada 10, y las quemaduras, que quitaron la vida al 32%, sobre todo por no poder escapar de las llamas.
El informe destaca que, durante ese año, los Cuerpos de Bomberos hicieron un total de 122.828 intervenciones por incendios, lo que supone un 9,7% menos con respecto al año anterior. Este hecho contrasta con un aumento ligero del número de incendios en el hogar y con un incremento más significativo que otros años (21%), en relación al número de fallecidos. Además, se pone de manifiesto que las personas mayores sufrieron el mayor número de fallecimientos, colectivo que a juicio de los expertos necesita mayor protección y vigilancia, y que hace necesario que se organicen mayor número de campañas de prevención.
La protección contra incendios de un edificio debe comenzar en su fase de proyección de manera que se cumplan con todas las normativas exigibles al respecto. Pero la seguridad contra incendios en los edificios no se debe limitar a cumplir la normativa exigible.
Todas las medidas de protección contra incendios, tanto activas como pasivas, deben estar coordinadas entre sí e integradas en el conjunto del edificio, para que éste responda de la mejor manera posible en caso de incendio.
Un punto importante de las instalaciones de protección contra incendios es su mantenimiento, ya que de ello dependerá su buen funcionamiento. Es algo paradójico mantener una instalación que no es utilizada, pero si en el momento que se necesite y se ponga en marcha presenta problemas, las consecuencias pueden ser nefastas.
Dentro de las medidas pasivas, la elección de materiales adecuados son una de las más importantes. Y es que, como se ha mencionado antes, las causas de la muerte más comunes son la intoxicación y las quemaduras debido a la imposibilidad de escapar de las llamas. Por ello, el material elegido para los cerramientos de los edificios no debe de emitir ninguna sustancia tóxica y deben permitir la salida de las personas. Para la obtención de esta ansiada seguridad, la elección del material usado en la fabricación de las ventanas es muy importante y, como no podía ser de otro modo, los sistemas de aluminio, y en particular, los sistemas de aluminio con Rotura de Puente Térmico, son la mejor de las posibilidades.
El aluminio dispone de un punto de fusión de 660 grados, el más alto entre los materiales que se usan para la fabricación de ventanas, lo que evita su deformación y la obstrucción de las vías de escape. Se considera un material no combustible, al tratarse de un metal, y no contiene elementos tóxicos en su composición, por lo que es totalmente inocuo al llegar a su punto de fusión, ya que no genera ningún tipo de gas tóxico.
En este sentido, el portal www.ventanasypuertasdealuminio.es, impulsor de la iniciativa, muestra en un
Aunque se ha avanzado mucho en cuanto a medidas de seguridad, todavía queda mucho camino por recorrer en cuanto a legislación y concienciación de los propietarios de los edificios, que en muchos casos no dan la importancia necesaria a la elección de los materiales.
En definitiva, las consecuencias de un incendio se resumen fácilmente: siempre hay pérdidas ya sean materiales o de vidas humanas. Todos estos hechos deben reafirmarnos en la importancia de la protección contra incendios en la edificación y la importancia, entre otras, de la elección de los materiales constructivos.