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Semana Santa de Murcia, pasión barroca

Domingo de Ramos
Martes 01 de marzo de 2016
La ciudad se convierte en un gran museo al aire libre, donde procesionan tallas de Salzillo, Nicolás de Bussy o González Moreno, entre otros imagineros. La tradición de repartir caramelos o el atuendo huertano de sus nazarenos son otros de los rasgos distintivos que la convierten en una celebración única en España.

Sentimiento, devoción, generosidad y tradición. Así se vive la Semana Santa en Murcia, una ciudadque durante estos días de primavera invita a echarse a la calle para disfrutar no sólo de las procesiones, sino delos numerosos actos que organizan las cofradías: exposiciones, conciertos de bandas, desfiles infantiles, etc. Las bellas y expresivas imágenes barrocas de sus tronos, el atuendo huertano de los nazarenos, la original forma de marcar el paso, el peculiar sonido de los toques de Burla y la generosa tradición de repartir carameloshacen de esta Semana Santa una celebración única en España.

Declarada de Interés Turístico Internacionalen 2011, la Semana Santa murciana se celebra entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección, con un intenso programa de procesiones –en ocasiones, dos por jornada– que tiene sus días grandes el Miércoles Santo, con el popular desfile de ‘Los Coloraos’, y el Viernes Santo, cuando ‘Los Moraos’ portan a hombros la más amplia colección de imágenes barrocas de Salzillo que desfila al aire libre.

En total, 15 cofradías se encargan de sacar a la calle cerca de 90 pasos o tronos, con sus respectivas hermandades, que estánformadas por miles de nazarenos penitentes, mayordomos y ‘estantes’, que portan el trono. Aunque conviven modos diferentes de representar los misterios en la calle, destaca especialmente el estilo tradicional murciano, que escapa de la influencia andaluza y que convierte a esta Semana Santa en algo único en el panorama nacional.

Este estilo sorprende a los visitantes por la original indumentaria delos estantes, con sus típicas esparteñas huertanas, medias de ‘repizco’, enaguas almidonadas y túnica ligeramente por debajo de la rodilla, recogida en la cintura y formando un buche.

En ese buche o ‘sená’ se guardan los caramelos, monas de Pascua y otras viandas –incluso estampas y medallitas–, que los nazarenos reparten, como muestra de generosidad, entre los fieles y espectadores que presencian las procesiones.Una costumbre que no está reñida con la solemnidad y devoción con la que los cofrades murcianos viven estas fiestas religiosas.

Una gran exposición de arte sacro

La Semana Santa murciana también es reconocida por la riqueza de su patrimonio escultórico y la belleza de unas tallas que son portadas a hombros por los nazarenos desde el siglo XVIII. Especial interés despiertan las figuras del escultormás universal que ha dado esta Región: Francisco Salzillo.

Las calles acogen durante estos días una auténtica exposición al aire libre de la mejor imaginería murciana de los últimos cinco siglos, con otros nombres propios de artistas como Nicolás de Bussy o discípulos ilustres del propio Salzillo como Roque López, sin olvidar a contemporáneos como González Moreno o José Planes.

El marco en el que se celebran las procesiones –una ciudad barroca, junto a la huerta y en plena primavera– es otro de los atractivos que invitan a visitar Murcia durante estos días. Además, contemplar las procesiones en determinados enclaves de gran belleza arquitectónica, como la imponente plaza del Cardenal Belluga con el imafronte de la Catedral al fondo, es un auténtico lujo para los amantes del arte sacro.


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