Mazda inició su andadura como fabricante de automóviles en 1931 construyendo camionetas de tres ruedas en Hiroshima. En 1960 inició la producción del micromini R360 Coupe, con el que irrumpió con decisión en el mercado de turismos. La planta de Hofu, en la prefectura de Yamaguchi, empezó a fabricar vehículos en 1982. Desde entonces, esta planta ha compartido con la de Hiroshima las tareas de producción nacional. Las técnicas de fabricación y los sistemas de producción flexible desarrollados en estas plantas han contribuido al crecimiento de Mazda. Las plantas disponen de líneas mixtas, capaces de fabricar diferentes modelos en una misma cadena de montaje, lo cual permite fabricar múltiples modelos con volúmenes reducidos. Esta capacidad supone toda una revolución en el compromiso tradicional entre variedad de producto, competitividad y eficiencias de escala. En 2016 y 2017, la empresa tomó medidas para incrementar su flexibilidad de producción de modelos SUV, creando un marco adecuado para responder con rapidez a cambios en la demanda. Las fábricas nacionales cumplen una función de liderazgo dentro de las actividades internacionales de producción de la empresa. Las nuevas técnicas y tecnologías de producción se implantan y consolidan primero en Japón, y después se despliegan en las fábricas situadas en otros países.
Mazda tiene el objetivo de vender 1.660.000 coches en este año fiscal, que es el último de la Fase 2 de reformas estructurales dentro de su plan de negocio a medio plazo. Además, tiene planes para aumentar su capacidad de producción a dos millones de vehículos al año a escala global, para el año fiscal que finalizará en marzo de 2024. Está previsto iniciar en 2019 la producción en serie de vehículos con una nueva generación de tecnologías y diseños. Además, la empresa continuará ampliando su marco de producción, en su esfuerzo por suministrar coches a sus clientes con la máxima rapidez posible. Aspirando a crear un mundo en el que los automóviles coexistan de forma sostenible con las personas, la sociedad y el planeta, Mazda continuará enriqueciendo la vida de sus clientes con la producción de coches de alta calidad que ofrezcan una fuerte conexión emocional.