La mayoría de sus homólogos europeos han experimentado signo similar, aunque no del mismo calibre en todos los casos. El DAX se deja un -1,53%, el CAC francés un -1,29% mientras que el MIB italiano retrocede -2,08%.
El Ibex 35 no consigue cortar la hemorragia de sesiones anteriores y está mucho más cerca de mínimos anuales que de la barrera de los 10.000 puntos. El peor malparado ha sido el sector bancario con caídas que superaban los cinco puntos porcentuales en el caso del Banco Sabadell (-6,82%), Santander (-5,43%) y Bankia (-5,20%), a las cuales han seguido CaixaBank (-4,65%) y BBVA (-4,17%), algo que deja patente la sesnsibilidad de la banca a las incertidumbres. Por detrás de estos valores se situaban Mediaset y Mapfre, sin que ningún valor haya conseguido hoy vestirse de verde.
Repsol ha sido el más bajista, con un cierre de -0,15%.
Además de la oleada de ventas en renta variable, el mercado de deuda representa la desconfianza hacia países como Italia, Grecia, Portugal o España, cuyas primas de riesgo se sitúan en máximos anuales. En el caso de España, la prima de riesgo superaba por momentos los 140 puntos básicos, lo que representaba aumentos que rondaban el 17%. El Tesoro italiano ha llegado a pagar por primera vez desde 2015 por colocar sus letras del tesoro a 6 meses. De esta manera la prima de riesgo ofrecida por la deuda italiana se amplía hasta los 280 puntos básicos.
La moneda única también muestra su preocupación frente a la inestabilidad política alejándose de los 1,16 dólares. A La ruptura de la coalición en Italia entre el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga Norte, la cual llevará al país de nuevo a las urnas y a la moción de censura en Italia, se le suma el posible estancamiento de la eurozona comentado por Draghi en la última reunión del BCE.