En España, tras confirmarse la moción de censura, se abre un periodo de incertidumbres, siendo la primera la aplicación de los presupuestos. Y a partir de aquí, surgirán muchos más, ya que con la posible configuración del gobierno parece complicado sacar adelante algunas propuestas.
Como ya vimos en otros momentos de tensión (Brexit, Cataluña…), el mercado ha tenido una corrección brusca para dejar paso en breve espacio de tiempo a una normalización. Después del varapalo de anteriores sesiones, hoy el Ibex repunta más de un 2% y la prima de riesgo se relaja en el entorno de los 100 puntos, alejándose de los máximos de la semana.
A pesar de que una situación de incertidumbre política no es, en absoluto, una situación deseable para el mercado, lo cierto es que España dista hoy en día mucho de parecerse a Italia. El crecimiento de los últimos años ha sido mucho mayor para nuestro país y los esfuerzos de reducción del déficit también lo han sido. En los últimos meses, esto ha podido verse en la evolución de las primas de riesgo de ambos países. Asimismo, las previsiones de crecimiento para España siguen siendo mucho mejores.
Y todo esto no ha cambiado de la noche a la mañana por la moción de censura, aunque evidentemente añade dudas que antes no existían y no se puede obviar sus implicaciones.
Algunos sectores podrían pasarlo algo peor. Ya hemos visto lo que han sufrido los bancos, sector en el que se han juntado una serie de factores. Por un lado, la exposición de algunos bancos a Italia, por otro algunos datos macroeconómicos peor de lo esperado que hacen que pueda retrasarse la subida de tipos….Y para terminar, lo ocurrido en España.
La subida de la prima de riesgo, las ventas de bonos españoles, impacta en nuestras entidades, grandes tenedoras de deuda.
El sector eléctrico, debido a su alta regulacion, también podría verse afectado (aparte de por la subida de la prima de riesgo, que influye en el coste de financiación).
Como ya hemos podido comprobar, el rebote ha llegado. Las caídas han dejado algunos valores cotizando con un descuento importante, y podemos aprovecharnos de estas circunstancias.
Eso sí, no creemos que la tormenta haya pasado del todo, por lo que debemos seguir siendo cautelosos.
Uno de los primeros aspectos que se valorarán es la capacidad para implementar los presupuestos. En el más corto plazo, pensamos que el impacto en la economía puede ser más limitado, ya que está bien encarrilada y habrá un margen de maniobra.
La situación podría empeorar si la delicada composición de gobierno empieza a hacer inviable la aprobación de leyes, reformas… y el estancamiento comienza a hacer mella en el crecimiento. Esto sí podría provocar una pérdida de confianza de los inversores, tanto en el plano corporativo como en el apoyo a nuestra deuda.