Cada vez son más los ciudadanos que creen que se han beneficiado de las políticas clave de la Unión, y dos tercios de los europeos aboga por una UE fuerte en el ámbito comercial. Además, una mayoría de europeos tiene una imagen positiva de la UE y la proporción de personas que piensa que su voz cuenta ha alcanzado su nivel más alto desde 2004. Estas son algunas de las principales conclusiones del último Eurobarómetro estándar, que se realizó entre el 17 y el 28 de marzo y se ha publicado ahora.
Los europeos siguen teniendo una opinión positiva de la situación de la economía europea (el 50%, + 2 puntos porcentuales desde el otoño de 2017, frente al 37%, – 2 con una opinión negativa): esta es la puntuación más alta desde 2007. En veinticinco Estados miembros, la mayoría de los encuestados opina que la situación de la economía europea es buena (frente a veintitrés Estados miembros en otoño de 2017). Desde el otoño de 2017, las percepciones positivas han ganado terreno en veintiún Estados miembros.
Por primera vez desde la primavera de 2007, se imponen las visiones positivas sobre la situación de la economía nacional (el 49%, + 1) a las opiniones negativas (el 47%, – 2). Desde el otoño de 2017, la percepción positiva de la situación económica nacional ha aumentado en dieciocho Estados miembros, liderados por Portugal (el 43%, + 10), Irlanda (el 79 %, + 7), Finlandia (el 77%, + 6) y Lituania (el 38%, + 6). Las percepciones varían considerablemente entre los Estados miembros. Por ejemplo, el 93% de la población en los Países Bajos y Luxemburgo considera la situación de su economía nacional buena, mientras que solo el 2% tiene esta percepción en Grecia.
El apoyo a la Unión Económica y Monetaria y al euro se mantiene a un nivel récord, con tres cuartas partes de los encuestados (el 74%) de la zona del euro que apoyan la moneda única de la UE.
Está incrementándose la confianza en la UE, que registra un 42% (+ 1) y se encuentra en su nivel más alto desde el otoño de 2010. En quince Estados miembros, la mayoría de los encuestados confía en la Unión Europea. La confianza se sitúa en los niveles más altos en Lituania (el 66%), Portugal y Dinamarca (ambos con un 57%) y Luxemburgo y Bulgaria (el 56% en ambos casos). Desde el otoño de 2017, la confianza en la UE ha ganado terreno en diecinueve países, en particular en Portugal (el 57%, + 6 puntos porcentuales) y Eslovenia (el 44%, + 6), mientras que ha descendido en seis países, especialmente en Bélgica (el 47%, – 6), Hungría (el 44%, – 5) y Eslovaquia (el 44%, – 4).
El 40% de los europeos tiene una imagen positiva de la UE (el 37% tiene una imagen neutra y solo el 21% tiene una percepción negativa de la Unión). Este es el caso en quince Estados miembros, con los porcentajes más altos en Irlanda (el 64%), Bulgaria y Portugal (ambos con un 56%) y Luxemburgo (el 54%).
La confianza en la UE sigue siendo superior a la confianza en los gobiernos y parlamentos nacionales. El 42% de los europeos confía en la Unión Europea, mientras que solo el 34% confía en su parlamento nacional y su gobierno nacional.
La mayoría de los europeos se muestra optimista sobre el futuro de la UE (el 58%, + 1). Este es el caso en todos los Estados miembros, excepto en dos: Grecia (país en el que, a pesar de un aumento de 5 puntos porcentuales en optimismo, el 53% se muestra «pesimista» frente al 42% con una visión «optimista») y el Reino Unido (el 48% frente al 43%). El optimismo es mayor en Irlanda (el 84%), Portugal (el 71%), Luxemburgo (el 71% también), y Malta, Lituania y Dinamarca (todos ellos con un 70%). En la parte baja de la escala se encuentran Francia (el 48%), Chipre e Italia (ambos con el 54%).
La «libre circulación de personas, bienes y servicios dentro de la UE» y la «paz entre los Estados miembros de la UE» son percibidos como los dos resultados más positivos de la UE por un 58% y un 54% de los europeos, respectivamente. Por último, el 70% de los europeos se siente ciudadano de la UE. Por primera vez desde la primavera de 2010, este punto de vista es compartido por la mayoría de personas en todos los Estados miembros.
La inmigración es el principal reto al que se enfrenta la UE en la actualidad (para el 38%, – 1). El terrorismo se sitúa en segundo lugar (el 29%, – 9), muy por encima de la situación económica (el 18%, + 1), del estado de las cuentas públicas de los Estados miembros (el 17%, + 1) y del desempleo (el 14%, + 1).
A escala nacional, las principales preocupaciones siguen siendo el desempleo (el 25%, sin cambios), la salud y la seguridad social (el 23%, + 3) y la inmigración (el 21%, – 1). La salud y la seguridad social alcanzan un nuevo punto álgido y ahora ocupan el segundo lugar por primera vez desde la primavera de 2007.
En comparación con la primavera de 2014, más ciudadanos consideran que se han beneficiado de iniciativas clave de la Unión como la ausencia de controles fronterizos (o unos controles más reducidos) cuando se desplazan al extranjero (el 53%, + 1), unas tarifas telefónicas más baratas al utilizar el teléfono móvil en otro país de la UE (el 48%, + 14), el refuerzo de los derechos de los consumidores a la hora de comprar productos o servicios en otro país de la UE (el 37%, + 13) o la mejora de los derechos de los pasajeros aéreos (el 34%, + 12).
Además, existe un fuerte apoyo a las prioridades que se ha fijado la Comisión. El 82 % de los encuestados se muestra firme partidario de la libre circulación (+ 1) y un 75%, de una política de defensa y seguridad común (cifra que no ha variado). Por primera vez también se preguntó a los ciudadanos por sus opiniones sobre la política comercial de la UE, con una mayoría del 71% que manifestó su apoyo.
Antecedentes
El Eurobarómetro estándar de primavera de 2018 (EB n.º 89) se llevó a cabo entre el 17 y el 28 de marzo de 2018 mediante entrevistas presenciales. Se entrevistó a 33 193 personas de los Estados miembros y de los países candidatos[1].
Más información
[1] Los veintiocho Estados miembros de la Unión Europea (UE), cinco países candidatos (Albania, la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía) y la comunidad turcochipriota de la parte del país que no controla el Gobierno de la República de Chipre.