Globalmente, el 69% de los adultos tienen una cuenta, según el informe del Banco Mundial 2017 Global Findex. Disponer de una cuenta bancaria ofrece a su titular, según el organismo internacional, “una importante herramienta financiera”. El mapa internacional es dispar: mientras que la Europa occidental y nórdica, el lejano oriente, Oceanía y América del Norte muestran una amplia tasa de bancarización, el sudeste asiático y Asia central, América del Sur y, sobre todo, África muestran valores muy bajos, con países en los que el número de adultos con cuentas bancarias no alcanza ni el 20%.
1,7 billones de adultos, al margen de la banca
La tendencia global ha sido al alza: si en 2011 solo el 50% aproximadamente de los adultos tenían una cuenta bancaria, en 2017 la cifra ha aumentado hasta el 69%. El número de adultos a nivel internacional que viven al margen de las instituciones financieras actualmente es de 1,7 billones, una cifra que en 2014 era de dos billones. La mayoría de los adultos no bancarizados están en China, India, Pakistán, el sudeste asiático y ciertos países de Latinoamérica y África. De hecho, cerca de la mitad de los adultos sin bancarizar, concretamente el 46%, viven en solo siete países: Bangladés, China, India, Indonesia, México, Nigeria y Pakistán.
Por sexos, los hombres están más incluidos en el circuito bancario. De los adultos sin una cuenta en 2017, el 44% eran hombres y el 56%, mujeres. Solo en seis países de todo el mundo el número de mujeres bancarizadas es superior al de hombres: Argentina, Georgia, Indonesia, Laos, Mongolia y Filipinas.
¿Se puede vivir sin bancos?
A pesar del elevadísimo grado de bancarización de España, algunos aún se atreven a plantarle cara al sistema y se preguntan si se puede vivir sin bancos. Lo cierto que sí es posible, pero se trata de una vida no exenta de complicaciones. De acuerdo con un estudio elaborado por la Comisión Europea, seis de cada diez españoles que en 2012 no disponían de una cuenta corriente alegaban que o bien no la necesitaban, o bien no la querían.
Es importante remarcar que nada ni nadie nos obliga a tener una cuenta bancaria, afirman los expertos del comparador de productos bancarios HelpMyCash.com. La nómina puede cobrarse en metálico o mediante cheque, tal y como aclara el Estatuto de los Trabajadores, pero he aquí el primer obstáculo: la normativa española prohíbe abonar cifras de más de 2.500 euros en metálico cuando una de las partes actúa en calidad de profesional, por lo que las rentas abultadas necesitarán de una cuenta. La pensión también puede cobrarse en efectivo, incluso el paro, aunque en este último caso es más difícil.
En lo que respecta a los impuestos, muchos pueden pagarse en metálico, al igual que los recibos del hogar. Entidades como Endesa, Gas Natural o Telefónica permiten abonar los recibos a través de Correos.
A la hora de comprar, tampoco tendremos problemas siempre y cuando los importes que movamos no superen los 2.500 euros. Caso aparte serán las compras online, que sí resultarán más difíciles de efectuar, aunque siempre puede optarse por el pago contrarrembolso. Si se quiere comprar una vivienda o un coche a un particular se podrán pagar en efectivo cantidades superiores a los 2.500 euros (esta limitación solo se aplica cuando una de las dos partes es un profesional). También se puede negociar un préstamo entre particulares que no requiere la presencia de un banco.