El centro de investigación, integrado por el Instituto Universitario de Tecnología Cerámica de la Universidad Jaume I de Castellón y la Asociación de Investigación de las Industrias Cerámicas, ha realizado el estudio “Resistencia al lavado y pérdida de brillo de vajilla de mesa”, en el que tomó como muestra de la porcelana varios platos de la firma española Porvasal -vitrificada a 1.400 ⁰C-, referente en la fabricación de piezas para el sector horeca, así como de loza inglesa.
Para el ensayo, orientado a ofrecer datos científicos sobre productos empleados en la fabricación de productos para la hostelería, se emplearon diez platos de cada material. Los ciclos de lavado se realizaron en un lavavajillas industrial, controlando todos los factores a tener en cuenta para su perfecto funcionamiento como las características del agua y los tipos de detergente y abrillantador. Las piezas se sometieron a 1.710 lavados de cuatro minutos de duración, lo que se traduce en 15 lavados por hora, y por lo tanto en casi cinco días totales.
La porcelana mantiene el brillo mejor a lo largo de su vida útil
El ITC comprobó cómo afectan los lavados a vajillas fabricadas con ambos materiales y detalla en su estudio las unidades de brillo en los tramos de 300, 615, 855. 1.050, 1.370 y 1.710 lavados. Así, a la llegada de 1.050 lavados ambos materiales muestran exactamente el mismo índice de brillo, y en los siguientes la porcelana se conserva mejor que la loza inglesa, cuyas propiedades empeoran de forma acusada. La porcelana mantiene más brillo a lo largo de su vida útil que la loza inglesa, puesto que el primer material desciende en siete unidades de brillo, hasta los 79; y el otro material en 33 unidades, hasta los 61.