Motor

Renault Espace dCi 1.6 Initiale EDC 4 Control

Un moderno, silencioso y confortable salón rodante

Mariano García Viana | Martes 08 de marzo de 2016
Ya van camino de 32 años desde que Renault diseño el primer monovolumen que revolucionó el mercado y cuyo concepto fue seguido por la práctica mayoría de las marcas. Desde entonces la familia Espace ha visto crecer sus nuevas generaciones hasta la última, que es la que nos ocupa y que en una vuelta más de tuerca se ha concebido como un modelo casi híbrido entre un monovolumen y un todocamino.


Ya desde 1984 con el primer modelo, el Espace ha sido siempre un coche que ha llamado la atención. La primera generación por su propia y novedosa concepción, la segunda por su formas redondeadas, la tercera por su atrevido diseño, sobre todo en su parte delantera, agresiva y moderna como pocos coches de la época, la más conseguida de la serie, la cuarta por su vertical trasera y la actual, por su línea futurista. Todas, han hecho volver la cabeza a la mayoría de las personas que se han cruzado en su camino.

El frontal ha marcado el diseño a los modelos Renault de la actualidad y del futuro inmediato (Nuevos Mégane, Sécnic…..), es decir un logotipo de la marca de considerable tamaño, en el centro de un calandra de varias lamas cromadas que se estrechan según descienden hacia el no menos generoso paragolpes, mientras que en su parte superior se ensanchan hasta los faros que, por supuesto son full led y que proporcionan una iluminación uniforme y potente. Dentro de ellos en su parte más externa se sitúa la luz de día, y en la parte más baja, en los extremos de la gran entrada de aire, las luces antiniebla. Un llamativo frontal y desde luego ciento por ciento Renault. Lateralmente se aprecia mejor el atrevido diseño del modelo, llamando inmediatamente la atención las enormes ruedas de 19 pulgadas y la altura con respecto suelo, que es mayor que en la mayoría de los monovolúmenes, 4 cms. más que la generación anterior (De ahí el punto de crossover del diseño), lo que no implica que sea un coche especialmente alto, pues tanto la superficie de chapa como la acristalada son contenidas y la altura general del coche no es desmesurada, sino todo lo contrario, ya que incluso es menor que otros modelos similares de la competencia. El corto e inclinado capó tiene una continuación con el plano del igualmente inclinado y enorme parabrisas que, como buen monovolumen, a cada lado de él se sitúan las estrellas ventanillas que permiten una visibilidad mejor. Las puertas son de gran tamaño con lo que se adivina un fácil acceso, facilitado además por esa mencionada altura que permite casi entrar “de pie” pero sin plantear problemas a las personas de movilidad reducida. La tercera ventanilla es completamente irregular; si bien “comienza” con la misma altura que la de la puerta trasera y su parte superior sigue la línea del techo, la parte inferior sube en una curva que casi se cierra sobre el lateral de la luneta y sobre el piloto trasero. Y siguiendo con las originalidades, esta parte trasera sigue la misma línea e incluso la aumenta si cabe. Llama la atención el gran tamaño y el original diseño de esos grupos ópticos que se prolongan lateralmente y tienen continuación en el portón, un portón de gran tamaño, pero que está dominado por la superficie “de chapa” pues la luneta resulta un tanto estrecha debido a esa contenida altura de la carrocería, pero que favorece la capacidad de maletero, que por cierto, puede llegar nada menos que hasta los 2.101 litros, si solo se utiliza la primera fila y a los 785 litros si se utilizan las dos filas para acoger a cinco personas que es lo más habitual. Para terminar con esta visión exterior de este original, atrevido y…. ¿Por qué no?, atractivo coche, es la ausencia de la denominación Espace para identificar el modelo, tanto en el portón como en el frontal bajo el logo de Renault, figura el nombre de la versión probada, Initiale.

El interior no se queda atrás en lo que a un diseño futurista se refiere. Nada más abrir la gran puerta delantera, se aprecia rápidamente un salpicadero distinto, nada habitual, en el que llama poderosamente la atención la enorme pantalla vertical que conforma la consola central y en la que se agrupan la mayoría de las funciones. Desde ella se maneja todo lo relacionado con el sistema multimedia (equipo de sonido, teléfono y navegador) y multitud de cosas más, como el climatizador, los masajes de los asientos delanteros o todo aquello que es configurable en el coche. La ubicación de la pantalla, como decimos en la parte superior de la consola, se puede consultar con suma facilidad y con un mínimo roce de los dedos.

El cuadro es también original, pues en él un gran reloj hace las funciones de cuentavueltas y el velocímetro es digital en el centro de éste. A cada lado de este gran indicador se sitúan los habituales de nivel de combustible y temperatura, además de un gran número de avisadores luminosos. Es de destacar que se cuenta con una pantalla transparente delante de la visión del conductor, delante de parabrisas, sobre la que virtualmente se reflejan las velocidad, las señales de tráfico, la programación de la velocidad de crucero, etc. Una opción más que cómoda y segura. Los asientos de piel son supercómodos, como lo es todo el coche en general, en esta ocasión la unidad probada disponía de tres filas de asientos, es decir con capacidad para 7 plazas, siendo los delanteros de accionamiento eléctrico. Los tres asientos de la segunda fila se pueden desplazar longitudinalmente 15 cms.Esta segunda fila también tiene salidas de ventilación en los laterales de la carrocería y bajo los asientos delanteros e igualmente se dispone de una toma de corriente de 12V y otras dos de tipo USB. Los dos de la tercera fila, tienen el suficiente tamaño como para resultar cómodos para dos adultos. Estos asientos se pueden plegar pulsando solo un botón desde el maletero, aunque para montarlos necesariamente haya que hacerlo a mano.

La visibilidad hacia delante es muy buena puesto que los montantes del parabrisas son muy estrechos. La palanca del cambio automático, muy pequeña y de personal forma, se maneja desplazándola con pequeños toques, tras lo que retrocede automáticamente al punto inicial. Todo ello y la propia posición ante el volante, hacen que el conductor se sienta muy cómodo y domine la situación en todo momento, pues además el coche se desliza sobre el asfalto como una alfombra voladora, es decir con una suavidad encomiable. Todo el entorno del habitáculo respira confort, desde las luz ambiental, hasta el gran techo panorámico, desde los mencionados asientos, hasta el completo equipamiento que hace más agradable y segura la conducción. (Aviso de cambio de carril, BLIS en los retrovisores exteriores, calefacción en los asientos, conectividad a tope, excelente equipo de sonido…..)

El motor que equipaba la unidad de pruebas es el tope de gama en la actualidad y se trata de un 1.6 diesel de 160 CV, y un par de 380 Nm a 1.750 r.p.m.. Una mecánica moderna más que capaz para mover con soltura y sobre todo con un agradable silencio, el Espace a pesar de su considerable tamaño y sus 1.800 kilos en orden de marcha. Su comportamiento es excelente en cualquier rango de revoluciones, si bien en las recuperaciones tiene su punto flaco, pero la caja de cambios automática EDC de doble embrague y seis velocidades, se encarga de paliarlo con sus ápidas reducciones. Las prestaciones son más que respetables pues se consigue una velocidad máxima de mas de 200 km/h y las aceleraciones de 0 a 100 km/h de solo 9,9 segs. y desde parado el kilómetro se recorre en 31,3 segs. Para conseguir estas notorias prestaciones encontramos un no menos destacable consumo, pero en sentido contrario, ya que es realmente escaso, solo 4,7 litros de media .

Dentro del equipamiento del Renault Espace cabe destacar el sistema Multi Sense. Con él podemos adaptar la “personalidad” del coche a nuestras preferencias entre 5 modos a elegir:
• Confort: con él se elige un tarado de amortiguación suave, la caja de cambios busca bajar las rpm del motor y el sistema de sonido activo funciona para reducir la sonoridad de la mecánica. La iluminación ambiental cambia a un tono verdoso.
• Eco: la amortiguación es blanda, el pedal del acelerador menos sensible y la caja de cambios busca la marcha más larga posible para reducir el consumo. El sonido activo se desconecta y la luz ambiental pasa a un color azul.
• Neutro: apenas se notan diferencias respecto al confort, con la suspensión algo más rígida y una luz ambiente en color amarillo suave.
• Sport: el pedal del acelerador es más sensible, el cambio busca estar siempre en una zona óptima de par, el sistema 4Control es más reactivo y la luz ambiental de color rojo. Por supuesto, la suspensión se vuelve más rígida.
• Personalizado: el conductor puede elegir qué parámetros modificar: 4Contro, caja de cambios, suspensión, luz ambiental y sonido (sport, confort o apagado).
El sistema 4 Control, de dirección a las 4 ruedas es un claro protagonista en lo que a maniobrabilidad y estabilidad se refiere. Ya utilizado en el Laguna GT 4Control, se mostró eficaz y sobre todo transmitía una agilidad digna de un coche deportivo. Ahora, en el Espace, con su generosa distancia entre ejes, una suspensión más confortable y un centro de gravedad más elevado, el resultado es incluso más eficaz. En ciudad los casi 5 metros de longitud no suponen un problema gracias al reducido radio de giro del sistema 4Control. La dirección de las ruedas traseras cambia según la velocidad de coche, a partir de 80 km/h se mueven en la misma dirección de las delanteras, consiguiendo una mayor agilidad en las curvas y por debajo de esta velocidad en sentido contrario, lo que prima la maniobrabilidad al callejear o circular por curvas cerradas.

En definitiva y como decíamos al principio, el Espace se ha mejorado a sí mismo y ofrece una vez más un coche distinto a lo que encontramos en el mercado, una exclusividad más que positiva.


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