Desde la reforma del Código Penal en 2010 y la entrada en vigor de la reforma del 1 de julio de 2015, las organizaciones se encuentran sujetas a una nueva normativa en materia de prevención de delitos que plantea la responsabilidad penal de las mismas. Estos cambios exponen a las empresas a un mayor riesgo, por lo que establecer programas de Compliance es de vital importancia.
“Aun así, son muchas las empresas que todavía no han establecido medidas de protección y prevención de delitos penales, debido al desconocimiento de los potenciales riesgos, y por la inversión de tiempo, esfuerzo y recursos tienen que destinar”, asegura Yazomary García, Senior Manager de Consultoría de GRC de Crowe.
El concepto de ComplianceLab lanzado por Crowe nació para dar respuesta a estos problemas basándose en dos requisitos fundamentales: crear un producto accesible para cualquier empresa, y que fuera simple y ágil de implementar.
“Vemos que el compliance se ha implementado en términos difíciles de comprender y es más una carga que una solución. Queremos un producto amigable para las organizaciones, sobre todo las pequeñas”, explica Pau Vidal, Consultor Senior de Crowe experto en Compliance.
Con ComplianceLab, Crowe mejora la eficacia de los modelos de Compliance consiguiendo un 45% más de agilidad en el proceso de implementación, permitiendo llegar a todo tipo de empresas y garantizando la eficacia y máxima calidad de servicio que caracteriza a la firma.
ComplianceLab rompe con lo establecido ofreciendo atractivos paquetes por suscripción con un precio establecido según prestaciones, lo que permite al cliente comparar y decidir cual se ajusta mejor a sus necesidades. Además, no se limita al plan, también permite una implementación continua y una supervisión eficaz, algo que los demás programas están perdiendo de vista.
“ComplianceLab es un servicio sobre plataforma (SoP) en el que el cliente contará con nuestro soporte y disponibilidad más allá de la implementación”, concluye Yazomary García.