Loreto y Madre de Dios son los dos enclaves peruanos señalados para vivir una increíble aventura amazónica. Son multitud las opciones disponibles para vivir al máximo esta experiencia. Loreto es la porción más carismática de la Amazonia peruana, ideal para los más aventureros, que pueden alojarse en uno de sus albergues sostenibles situados en pleno corazón de la selva o bien coger uno de los cruceros que parten desde el puerto de Nauta, en Iquitos, y sentirse como un explorador conociendo especies exóticas como el delfín rosado, la más representativa del Amazonas, además de caimanes, perezosos, monos frailes y demás aves. Y para que el ritmo no pare, una ruta de trekking, pesca de pirañas o una expedición nocturna guiada será una experiencia inolvidable.
La otra puerta de entrada a la Amazonía es Madre de Dios, Capital de la Biodiversidad de Perú gracias a su riqueza y a la belleza de su fauna y flora que dotan a esta extensión de un gran valor ecológico. En su terrenose albergan las principales reservas naturales del país, como el Parque Nacional del Manu, declarada en 1987 Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, y la Reserva Nacional Tambopata, cuyo cauce de río refleja su espectacular diversidad biológica, una de las más grandes del mundo. Sin duda,el sitio privilegiado para los amantes de la naturaleza por la maravilla de su paisaje, caracterizado por su abundante vegetación. ¡No te olvides de compartir todo lo que veas en tus redes sociales!
Sus 3.000 metros de altitud son razón más que suficiente para calzarse las botas y caminar hasta Kuélap, centro neurálgico de la cultura Chachapoyas, civilización que habitó en el Perú entre los siglos VI y XV. Una urbe fortificada entre montañas verdes que llama la atención nada más llegar por la gran altura de sus murallas, de 20 metros. Sus construcciones de piedra caliza y arcilla conforman la composición arquitectónica de un entorno en el que se puede llegar en tan solo 20 minutos desde Nuevo Tingo, gracias a su moderno sistema de telecabinas. Y, a partir de una carretera que une Chachapoyas con San Martín puede verse de cerca Gocta, una catarata considerada de las más altas del mundo, con una altura equivalente al doble de altura del EmpireState en Nueva York. Conocida localmente como “La Chorrera”, en toda la zona se puede apreciar un total de 22 caídas de agua que toman mayor cuerpo y presencia en épocas de lluvia, lo que convierten este trek en objeto de deseo de los más aventureros.
¿Eres de los que viajan para practicar tu deporte favorito? ¿Buscas una excusa para iniciarte en el surf? La disponibilidad durante todo el año de oleajes para la práctica del surf y su gran calidad, convierten las costas peruanas en un reclamo tanto para profesionales como para los nuevos en esta disciplina. Perú ofrece infinidad de rincones playeros para satisfacer las necesidades de todos los perfiles y pasar un verano de tu vida haciendo lo que más te gusta. Si ya has decidido ponerte el neopreno y vas a estar en Lima apúntate la playa de Cerro Azul, al sur de Lima, con sus constantes olas o la de Muelles de San Bartolo, ideal para niños y principiantes. Otros parajes a tener en cuenta son Huanchaco (La Libertad), declarada en 2013 reserva mundial del surf por la revista SavetheWaves, o la de Lobitos (Piura), con cuatro olas de gran calidad e ideal para la práctica del windsurf y el kitesurf.
En Arequipa, al sur del país,además de explorar la preciosa Ciudad Blanca, el Valle del Colca y su cañón, el más profundo del mundo, te recomendamos descargar adrenalina por algunos de los mejores rápidos del país. Los ríos Colca y Cotahuasi son puntos ideales para la práctica de canotaje, de hecho, el Colca posee hasta 300 rápidos. La ruta más conocida por este último, de unos 40 kilómetros de recorrido parte desde Chivay y pasa por Cabanaconde y Tapay con rápidos de grado II a IV solo aptos para especialistas. Por su parte, el Cotahuasi es uno de los más exigentes y uno de los cañones más profundos de América, con rápidos de grado III y IV que lo hacen solo practicable para expertos.