Desde su fundación, en octubre de 2014, Sillatea surgió como una tienda únicamente online. Al cabo de un año y debido a la elevada demanda que recibía el joven equipo de Sillatea por parte de sus clientes, abrieron un primer punto físico (Showroom) en Barcelona que apenas contaba con 30m2, donde el cliente tenía la oportunidad de ver, tocar y probar el producto de primera mano.
Frente a todo pronóstico y con una facturación que alcanzó el millón de euros en su último ejercicio, a finales de 2017 y motivados por la creciente demanda, Barcelona volvió a ser la ciudad elegida para acoger la segunda tienda física. La Showroom consta de 170m2 y está situada cerca de uno de los centros neurálgicos de la ciudad, la Sagrada Familia.
Además de ser diseñadores y creadores de modelos propios, Sillatea fue una de las pioneras en ofrecer entregas en 24 horas, pero siempre manteniendo un trato muy familiar y directo, marcando mucho ese espíritu offline que los hace diferentes.