Aunque las cifras que se pueden encontrar sobre el sector en nuestro país no son muy abundantes, se sabe por ejemplo, que unas 15.000 personas ejercen como tatuadores de manera irregular. Así lo afirman los últimos datos de la Federación Española de Tatuaje (FET), que apunta, también, a que solo 1 de cada 4 profesionales trabaja de manera regular.
Y es que en España, la regulación del sector depende, directamente, de cada Comunidad Autónoma. Por ejemplo, hay algunas comunidades como la de Madrid que regulan que se debe superar un curso de higiénico sanitario de 40 horas como mínimo. Otras, en cambio establecen que con cursos de 10 horas ya es suficiente.
La importancia de la formación del tatuador
Un tatuador no solo debe ser un muy buen dibujante y amante del arte. La aplicación de la tinta en la piel de sus clientes debe cumplir ciertos parámetros de seguridad.
Según los últimos datos de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, cerca de un 5% de personas tatuadas podría sufrir una infección bacteriana, una alergia o hipersensibilidad retardada debido al uso de tintas no seguras.
“Tener una buena formación en el ámbito higiénico y sanitario es primordial para ejercer como tatuador profesional”, explican desde el Grupo Esneca, opiniones del cual avalan la profesionalidad en el sector de la formación de la Escuela Europea Des Arts, donde se pueden encontrar tanto cursos de tatuador como máster experto en tatuajes.
Además de estar en posesión del título higiénico sanitario, un tatuador también debe estar al caso de todas las normativas autonómicas sobre los pigmentos permitidos, la esterilización y mantenimiento de las herramientas de tatuaje y las autorizaciones sanitarias correspondientes en cada localidad.