Economía

Propietarios de viviendas, a la búsqueda de un buen inquilino

Redacción | Jueves 26 de julio de 2018
Definitivamente, pasada la crisis la inversión inmobiliaria recupera el pulso. Si bien es cierto que a la mayoría de los jóvenes la compra de un piso les resulta imposible, hay muchos ahorradores que están descubriendo que comprar una vivienda, para alquilarla después, es una buena alternativa de inversión.

Comprar una vivienda y posteriormente alquilarla es mucho más rentable que dejar nuestro dinero en el banco. Es una inversión tangible y que podemos manejar por nosotros mismos. Es apta para personas con cierta aversión al riesgo y que, por ejemplo, no quieran invertir en bolsa o montar un negocio nuevo. Alquilar un piso, en realidad, no da demasiado trabajo: cobrar el alquiler, pagar los gastos -comunidad, alguna reparación esporádica, el IBI, etc.- y quedarnos con la diferencia entre ambos importes -por lo menos hasta que hagamos cuentas con Hacienda, que se quedará algo-.

Este tipo de propietarios que invierten para alquilar o los que ya tienen -por cualquier causa- una propiedad deshabitada siempre dudan sobre la solvencia del futuro inquilino y, la mayoría, prefieren cobrar algo menos cada mes pero asegurarse que durante la vigencia del contrato no habrá problemas. Para saber si un inquilino nos conviene lo mejor es consultar un fichero de morosos. Así podremos enterarnos de si el candidato a inquilino tiene deudas impagadas, si ya está inscrito en un registro de morosidad, y, por lo tanto, es muy posible que nos arruine el negocio y acabemos con problemas y juicios para recuperar nuestro dinero y la posesión de la vivienda.

Además, si sabemos buscar información sobre los candidatos a ser nuestros inquilinos, podremos obtener otro tipo de información, quizá más importante. Al fin y al cabo, hay miles de personas que están inscritos en este tipo de registros y ni lo saben. Es clásico el caso de gente que va a pedir un crédito al banco y, de repente, se entera que una compañía -una eléctrica, una de telecomunicaciones, etc.- le ha inscrito en un fichero de esos, por un solo recibo de unos pocos euros o, lo que es peor, por no atender la petición de baja en el servicio, cursada en tiempo y forma.

Lo importante es conocer la salud financiera de aquellos que van a residir en una vivienda de nuestra propiedad. Ahora, los propietarios de viviendas que quieren ponerlas en el mercado de alquiler pueden usar herramientas parecidas a las que utilizan los bancos para conceder un crédito. Hace muchos años, conocer al director de la sucursal de un banco era fundamental para conseguir algo de financiación. Hoy, el director de una agencia bancaria se dedica a rellenar un expediente, manda los datos por Internet a la central y recibe la respuesta, positiva o negativa, sobre la concesión. Ésa respuesta, en la mayoría de las ocasiones la ha tomado un ordenador.

El perfil de riesgo de un candidato a inquilino es mucho más importante que si debe 50 euros a alguien. Nos interesa saber cuáles son sus ingresos y si éstos son recurrentes, si gasta o no por encima de sus posibilidades y, también, debemos conocer la experiencia de sus anteriores caseros.

Una última recomendación, acuda a un buen gestor inmobiliario que sepa buscar información relevante sobre los posibles nuevos inquilinos.

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