Si el funcionamiento motriz es más que satisfactorio, el comportamiento no se queda atrás ni mucho menos, ya que el Grand Sport en esta versión biturbo, también esta dotado de tracción integral Opel denominada Twinster. Un 4x4 eficaz que en condiciones normales de circulación reparte la potencia al 50% en cada eje y que, en caso necesario, como lo ha sido en alguna ocasión durante la prueba por las zonas que circulamos, puede llegar a proporcionar un 65% en el tren delantero y un 35% en el trasero. El sistema de amortiguadores de serie es de firmeza variable —FlexRide— y permite elegir tres niveles de dureza. Estos corresponden a los tres modos de conducción seleccionables —Standard, Tour y Sport—, que alteran, además, el funcionamiento del acelerador, de la dirección y del cambio. Comentar que en el tren delantero contamos con un sistema de suspensión McPherson y en el trasero de paralelogramo deformable, ambos ejes con sus barras estabilizadoras. En cuanto los frenos están más que de sobra a la altura del resto del coche y no muestran el más mínimo desfallecimiento aunque se utilicen con profusión.
En general, esta nueva generación del modelo ha recibido sutiles cambios estéticos, que han mejorado aun más un diseño muy conseguido. De entrada, se puede apreciar que la parrilla modifica sus formas y las bandas cromadas tienen ahora forma de ala en lugar de ser rectas y en cuyo centro se sitúa el logotipo de la marca. Otra novedad importante son los faros que se modernizan e incorporan el sistema de última generación matricial adaptativo IntelliLux LED, que es aún más rápido y preciso que antes. Siguiendo con la descripción de esta segunda generación del Insignia, se puede apreciar que algunas de sus formas están inspiradas claramente en el deportivo Concept Monza, como es el caso de la forma de álabe que comienza en la puerta delantera y se extiende hacia atrás. Este detalle, más el embellecedor cromado que sigue la parte alta de las ventanillas hacia atrás y hasta los grupos ópticos traseros, con parte de ellos ahora de leds. Estos se prolongan lateralmente en la carrocería y dan un aspecto más moderno y dinámico a esta parte trasera, que oculta los escapes en unas terminaciones trapezoidales cromadas.
El habitáculo esta muy cuidado y como ya ocurrió con la primera generación, es una demostración más del salto cualitativo que Opel consiguió con el lanzamiento del Insignia. Ahora incluso se ha cuidado más el detalle y se ha aprovechado más la mayor distancia entre ejes. El espacio libre para la cabeza se ha incrementado en 31 mm, la anchura a la altura de los hombros en 25 mm y a la altura de las caderas en 27 mm. Mayor luminosidad y sensación de espacio se consigue con el techo solar panorámico que llega hasta la altura de las cabezas de los pasajeros traseros. Por primera vez, los pasajeros que viajen en los asientos exteriores de la parte trasera podrán contar con calefacción. El conductor del nuevo Insignia se sienta más bajo en el coche que antes y ante él se encuentra un cuadro fácil de interpretar, compuesto por dos grandes indicadores separados por una pantalla que describe distintas funciones del ordenador. Sobre el parabrisas se despliega también una útil información que es de las más completas de los modelos que utilizan este práctico sistema, pues además de la velocidad, señala el cuentavueltas, las señales de tráfico, la emisora y los símbolos de programador de velocidad activo. La pantalla, incrustada en el salpicadero y escoltada por la salidas de aire centrales, contiene el sistema multimedia IntelliLink, y está orientada hacia el conductor. Además de la pantalla táctil, los controles se pueden manejar de forma intuitiva en tres líneas de botones. La superior está reservada para el sistema multimedia, la central pertenece al sistema de climatización y la inferior agrupa los sistemas de ayuda al conductor.
El mencionado sistema IntelliLink, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, es muy fácil de manejar y sus funciones despliegan menús muy bien ordenados y con iconos sencillos y fácilmente identificables. Naturalmente, el sistema de conectividad personal y servicio de asistencia Opel OnStar, también se encuentran a bordo del vehículo ofreciendo utilidades que van desde la llamada automática en caso de accidente, hasta la asistencia para localizar el vehículo robado. Con el nuevo Insignia en general, se lanza un nuevo servicio de "gestión de reservas", permitiendo que los ocupantes soliciten a los asesores de OnStar que les indiquen un hotel y hagan la reserva en el mismo y también encontrar aparcamiento. Además de contener unos asientos confortables y muy ergonómicos, dotados de calefacción y ventilación, el nuevo Insignia Biturbo ofrece a los ocupantes un buen número de elementos que hacen más agradable y seguro viajar en él, como son el parabrisas calefactable, el sistema matricial LED® de Opel, ahora tiene ahora 16 segmentos integrados en cada uno de los finos faros delanteros y que permite que los diferentes modelos de iluminación se adapten a las condiciones del tráfico de una forma aún más precisa y que las transiciones entre los diferentes modos de iluminación sean más rápidos y más imperceptibles mientras que en las curvas con las luces largas, los ingenieros han añadido una nueva función al sistema matricial de faros IntelliLux LED. La intensidad de iluminación de los segmentos de la parte interior de la curva aumenta en función del ángulo de giro del volante para de esta forma, aumentar la iluminación de la curva. Siguiendo con los sistemas con los que se cuenta podemos destacar, la cámara de visión 360º, el control de crucero adaptativo, el ACC que inicia la frenada de emergencia si la distancia con el vehículo que nos precedes disminuye de forma brusca, el asistente de mantenimiento de carril, la alerta de tráfico transversal trasero, entre otros muchos elementos.