Motor

Opel Insignia 2.0 CDTI Grand Sport biturbo 210 CV AT8

La versión casi GT de la nueva generación del ya popular y elegante modelo

Mariano García Viana | Lunes 30 de julio de 2018
Si ya desde su lanzamiento, el Insignia significó un gran paso delante de Opel en lo que a modelos de cierta representación se refiere o también en el segmento medio alto, desde hace apenas unos meses, la comercialización de la segunda generación del Insignia, viene a incrementar sensiblemente ese salto en calidad y en el caso de la versión probada el también salto en potencia y prestaciones.

Y ya que hablamos de potencia y prestaciones, empecemos por el motor que es una de las últimas novedades que ha incorporado esta nueva generación del Insignia. El motor es un diésel de cuatro cilindros de 2.0 CDTi de 210 CV a 4.000 vueltas y como figura en la parte posterior se denomina Turbo, aunque realmente tendría que ponerlo en plural, ya que son dos los turbos con los que se cuenta. Los dos turbos son de geometría variable y tienen la virtud de empezar a “soplar” desde muy bajas vueltas y de hecho el par de 480 Nm se consigue a partir de solo 1.500 vueltas, con lo que acelerar y salir disparado en cosa de lo más normal, pues los 210 CV de los que se disponen están siempre dispuestos a dar lo mejor de sí. Si el aspecto de esta berlina es más que nada elegante, pero con detalles deportivos como luego veremos, este Insignia, como toda su gama, puede ser utilizado como familiar dada su capacidad y practicidad. Las prestaciones están a la altura de un auténtico GT, ya que su velocidad máxima se sitúa en los 235 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 7,9 segundos. Por el contrario, el consumo no supera los 7 litros, aunque tengamos una conducción rápida y ágil por zonas viradas y con cambios de velocidad y reducciones. Solo hay un pero a este comportamiento mecánico tan eficiente y eficaz y es el hecho, no ya de que se trate de un diésel, sino que su rumorosidad es bastante notoria en los arranques y en las velocidades cortas. Ahora bien, en honor a la verdad, una vez cogida la velocidad de crucero el sonido solo se convierte en un lejano rumor. Hecha esta salvedad insistamos en que el comportamiento del Insignia biturbo es el de un coche con talante deportivo, fácil de conducir y confortable, pues además cuenta con una caja de cambios automática de 8 velocidades con convertidor de par, que funciona a la perfección, tanto en aceleración como en retención y hace casi innecesaria la utilización manual a través de las levas situadas tras en volante. Es de destacar con respecto a la motorización, que es el primer bloque que Opel ha diseñado para cumplir con la estricta norma Euro 6.2, adelantándose a su entrada en vigor en otoño de 2018.

Si el funcionamiento motriz es más que satisfactorio, el comportamiento no se queda atrás ni mucho menos, ya que el Grand Sport en esta versión biturbo, también esta dotado de tracción integral Opel denominada Twinster. Un 4x4 eficaz que en condiciones normales de circulación reparte la potencia al 50% en cada eje y que, en caso necesario, como lo ha sido en alguna ocasión durante la prueba por las zonas que circulamos, puede llegar a proporcionar un 65% en el tren delantero y un 35% en el trasero. El sistema de amortiguadores de serie es de firmeza variable —FlexRide— y permite elegir tres niveles de dureza. Estos corresponden a los tres modos de conducción seleccionables —Standard, Tour y Sport—, que alteran, además, el funcionamiento del acelerador, de la dirección y del cambio. Comentar que en el tren delantero contamos con un sistema de suspensión McPherson y en el trasero de paralelogramo deformable, ambos ejes con sus barras estabilizadoras. En cuanto los frenos están más que de sobra a la altura del resto del coche y no muestran el más mínimo desfallecimiento aunque se utilicen con profusión.

En general, esta nueva generación del modelo ha recibido sutiles cambios estéticos, que han mejorado aun más un diseño muy conseguido. De entrada, se puede apreciar que la parrilla modifica sus formas y las bandas cromadas tienen ahora forma de ala en lugar de ser rectas y en cuyo centro se sitúa el logotipo de la marca. Otra novedad importante son los faros que se modernizan e incorporan el sistema de última generación matricial adaptativo IntelliLux LED, que es aún más rápido y preciso que antes. Siguiendo con la descripción de esta segunda generación del Insignia, se puede apreciar que algunas de sus formas están inspiradas claramente en el deportivo Concept Monza, como es el caso de la forma de álabe que comienza en la puerta delantera y se extiende hacia atrás. Este detalle, más el embellecedor cromado que sigue la parte alta de las ventanillas hacia atrás y hasta los grupos ópticos traseros, con parte de ellos ahora de leds. Estos se prolongan lateralmente en la carrocería y dan un aspecto más moderno y dinámico a esta parte trasera, que oculta los escapes en unas terminaciones trapezoidales cromadas.

El habitáculo esta muy cuidado y como ya ocurrió con la primera generación, es una demostración más del salto cualitativo que Opel consiguió con el lanzamiento del Insignia. Ahora incluso se ha cuidado más el detalle y se ha aprovechado más la mayor distancia entre ejes. El espacio libre para la cabeza se ha incrementado en 31 mm, la anchura a la altura de los hombros en 25 mm y a la altura de las caderas en 27 mm. Mayor luminosidad y sensación de espacio se consigue con el techo solar panorámico que llega hasta la altura de las cabezas de los pasajeros traseros. Por primera vez, los pasajeros que viajen en los asientos exteriores de la parte trasera podrán contar con calefacción. El conductor del nuevo Insignia se sienta más bajo en el coche que antes y ante él se encuentra un cuadro fácil de interpretar, compuesto por dos grandes indicadores separados por una pantalla que describe distintas funciones del ordenador. Sobre el parabrisas se despliega también una útil información que es de las más completas de los modelos que utilizan este práctico sistema, pues además de la velocidad, señala el cuentavueltas, las señales de tráfico, la emisora y los símbolos de programador de velocidad activo. La pantalla, incrustada en el salpicadero y escoltada por la salidas de aire centrales, contiene el sistema multimedia IntelliLink, y está orientada hacia el conductor. Además de la pantalla táctil, los controles se pueden manejar de forma intuitiva en tres líneas de botones. La superior está reservada para el sistema multimedia, la central pertenece al sistema de climatización y la inferior agrupa los sistemas de ayuda al conductor.

El mencionado sistema IntelliLink, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, es muy fácil de manejar y sus funciones despliegan menús muy bien ordenados y con iconos sencillos y fácilmente identificables. Naturalmente, el sistema de conectividad personal y servicio de asistencia Opel OnStar, también se encuentran a bordo del vehículo ofreciendo utilidades que van desde la llamada automática en caso de accidente, hasta la asistencia para localizar el vehículo robado. Con el nuevo Insignia en general, se lanza un nuevo servicio de "gestión de reservas", permitiendo que los ocupantes soliciten a los asesores de OnStar que les indiquen un hotel y hagan la reserva en el mismo y también encontrar aparcamiento. Además de contener unos asientos confortables y muy ergonómicos, dotados de calefacción y ventilación, el nuevo Insignia Biturbo ofrece a los ocupantes un buen número de elementos que hacen más agradable y seguro viajar en él, como son el parabrisas calefactable, el sistema matricial LED® de Opel, ahora tiene ahora 16 segmentos integrados en cada uno de los finos faros delanteros y que permite que los diferentes modelos de iluminación se adapten a las condiciones del tráfico de una forma aún más precisa y que las transiciones entre los diferentes modos de iluminación sean más rápidos y más imperceptibles mientras que en las curvas con las luces largas, los ingenieros han añadido una nueva función al sistema matricial de faros IntelliLux LED. La intensidad de iluminación de los segmentos de la parte interior de la curva aumenta en función del ángulo de giro del volante para de esta forma, aumentar la iluminación de la curva. Siguiendo con los sistemas con los que se cuenta podemos destacar, la cámara de visión 360º, el control de crucero adaptativo, el ACC que inicia la frenada de emergencia si la distancia con el vehículo que nos precedes disminuye de forma brusca, el asistente de mantenimiento de carril, la alerta de tráfico transversal trasero, entre otros muchos elementos.


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