Los expertos de SOLUNION señalan que la oferta de un plazo de pago de 30 días a las empresas africanas por parte de sus proveedores, en lugar de exigir el pago en efectivo por adelantado, podría liberar este año más de 33.500 millones de dólares de capital circulante adicional .
Ya en 2015, se estimó que con ese plazo de pago de 30 días sobre las importaciones pagadas en efectivo por adelantado, se liberarían más de 40.000 millones de capital circulante para las empresas de África. Desde entonces, el escenario comercial ha cambiado. Los países africanos ricos en recursos vieron recortados sus ingresos de exportación debido a una crisis de las materias primas, lo que redujo aún más su capacidad de financiar las importaciones. Esto contribuyó a la caída del -22% en el valor de la importación africana, pasando de 800.000 millones de dólares en 2014 a 623.000 millones en 2016.
En la actual realidad comercial del continente, una reducción de las importaciones combinada con condiciones de pago más laxas (el 64% de las importaciones se paga por adelantado) arrojan un resultado de 33.500 millones dólares de capital circulante liberado para empresas africanas en 2018. Esta cifra podría crecer hasta los 45.000 millones en 2020, pues se espera que las importaciones aumenten a un ritmo anual de +8%. El desarrollo paralelo de la financiación del comercio será clave para que África aproveche esta gran oportunidad.
Esta enorme cantidad de dinero desperdiciada cada año es un argumento claro para desarrollar la capacidad de producción nacional, ya que las importaciones sufren el coste de un bajo periodo medio de pago (DSO –Days Sales Outstanding-). Aquí hay algunos ejemplos:
A menudo los grandes jugadores son malos pagadores, mientras que los pequeños no tienen la oportunidad de retrasar sus pagos. Esta paradoja se cumple especialmente en África: aquí las empresas estatales más potentes pueden posponer sus pagos por varios años (por ejemplo, en Angola o en el pasado en Egipto), mientras que a otros no les queda otra opción que el pago en efectivo. Como ejemplo, las principales empresas marroquíes tardan 84 días de media en hacer frente a sus pagos, mientras que el 30% de las transacciones (las que involucran a las más pequeñas) todavía se pagan en efectivo.