Tragatóner y Tragatinta aprovechan los recursos y las sinergias de los 15 años de experiencia de Recyclia en gestión de residuos de aparatos ofimáticos y de impresión -a través de la fundación Ecofimática que representa al 90% de los fabricantes de este tipo de equipos de nuestro país y ya ha gestionado 44.000 toneladas de residuos-, y permite ofrecer dos soluciones eficaces, probadas y plenamente operativas, con el ahorro de costes que ello conlleva.
Despliegue de 42.000 puntos de recogida
En su primer año de actividad, Recyclia prevé recoger 1.000 toneladas de consumibles de impresión (unos 6,6 millones de unidades), el equivalente al 65% de los kilos puestos en el mercado por los fabricantes adheridos a Ecofimática. Los cartuchos de tinta, procedentes en su mayoría del canal doméstico, representarán el 23%, y el 77% restante corresponderá a cartuchos de tóner, cuyo principal canal de recogida será el canal de distribución.
Recyclia basará su estrategia en la cercanía a los usuarios, para lo que instalará, en tan solo un año, 42.000 puntos de recogida en grandes superficies y establecimientos comerciales, grandes empresas, edificios públicos y puntos limpios. También creará una página web y una aplicación móvil para consultar los puntos más cercanos y certificará la trazabilidad de los contenedores, desde su origen en el distribuidor o empresa que solicita la recogida, hasta su procesamiento final en las plantas de tratamiento.
Según José Pérez, consejero delegado de Recyclia, “un usuario final puede desechar una impresora al cabo de 4 o 5 añosde media, pero sustituye un cartucho cada 4 o 5 meses. Nuestro objetivo es ofrecer una solución eficaz, operativa y garantista del cumplimiento de la normativa y concienciar a los usuarios sobre la importancia de reciclar unos residuos, cuyo destino actual más frecuente es el contenedor de basura”.
Cambio normativo: consumibles de impresión, nuevo residuo electrónico
Actualmente, en nuestro país, conviven dos sistemas de recogida de consumible de impresión vacío: por un lado, los sistemas de cada fabricante para recuperar sus propios cartuchos, y por el otro, los gestores que recogen aquellos que tenga un valor de reventa para los llamados remanufacturadores, quienes los reintroducen rellenados en el mercado, restando ventas de los consumibles originales.
A partir del 15 de agosto, los consumibles de impresión con partes eléctricas, es decir la mayoría de los que se comercializan, se considerarán aparatos electrónicos y, por tanto, se les aplicarán las mismas obligaciones que al resto del hardware. Hasta el próximo cambio de la normativa, la responsabilidad medioambiental recae en el usuario.
A partir del día 15, los productores de consumibles serán responsables de financiar y organizar la recogida de estos residuos, así como de cumplir el objetivo de recogida fijado para el resto de aparatos electrónicos: en 2018, el 55% de la media del peso de los cartuchos introducidos en el mercado español en los tres años anteriores. Según Recyclia, un objetivo difícil de alcanzar, a través de los programas de reciclaje de consumibles de cada fabricante, al estar limitados a sus propios productos.
Asimismo, los distribuidores de consumibles deberán recoger el cartucho en desuso, en caso de que el consumidor adquiera uno nuevo, y los establecimientos de más de 400 m2 tendrán que disponer de contenedores para recoger el consumible usado, sin necesidad de la compra de otro. Además, la venta online tendrá las mismas obligaciones que los establecimientos físicos.