La nota negativa del día la ha puesto Turquía, donde la delicada situación de sus finanzas ha obligado al gobierno a mandar una comitiva a EE.UU. para tratar de detener la sangría que están sufriendo su moneda y su deuda pública en los mercados. A buen seguro les preguntarán sobre la posibilidad de que su banco central (supuestamente independiente) suba los tipos de interés para frenar el desplome de su divisa y la subida de la inflación, una posibilidad que había venido criticando el presidente Erdogan.
Hoy la lira turca se recuperaba tímidamente tras perder un 4% solo e la jornada de ayer. El desplome de la divisa se cifra en el 10% en el último mes y en el 32% durante los últimos 12 meses. En el mercado de deuda, la rentabilidad de bono a diez años del país (denominada en dólares) roza el 8%, mientras que la denominada en divisa local supera el 20%. Hay que retroceder al mes de abril para ver la última emisión de deuda en dólares, ya fuera pública o privada. De hecho, se empieza a especular con que el país deba recurrir al FMI como hiciera Argentina hace unas semanas.
La subida generalizada de las materias primas ha aupado a Arcelormittal (+2,75%) a la primera posición del Ibex y a Repsol a sumar un 0,56%. Amadeus ha liderado los avances durante buena parte de la sesión después de que los analistas de Berenberg elevaran su recomendación hasta “comprar” y su precio objetivo hasta los 90 euros. En una sesión de subidas generalizadas para la banca, BBVA ha cerrado plano debido a su exposición a Turquía. En farolillo rojo del día ha sido supermercados DIA, que se ha desplomado un -6%.
En Europa hemos contado con mucha información corporativa. Los profit warning que han lanzado tanto la joyera Pandora como la ecommerce Zalando se han traducido en un desplome de sus acciones de un -24% y un -5% respectivamente. De los resultados corporativos han gustado más los de Unicredit (+3% al cierre) y Deutsche Post (+3%), que los del segundo banco alemán Commerzbank (-1,5%).
De la agenda macroeconómica los datos más importantes lo ha aportado Alemania, donde hemos tenido una de cal y otra de arena. La producción industrial de junio cayó más de lo esperado (un -0,9%), pero las cifras del sector exterior superaron previsiones. Las exportaciones se mantuvieron estables (cuando el mercado contaba con un descenso del -0,4%) y las importaciones crecieron más de previsto (+1,2% vs +0,2% estimado).
En otros mercados hemos visto cómo el dólar descendía ligeramente (el eurodólar volvía a rozar el 1,16) y cómo el castigo a la libra esterlina se mantenía. La prima de riesgo española ha conseguido caer por debajo de los 100 puntos básicos gracias al repunte de la rentabilidad del bono a diez años germano, que ha pasado a ofrecer un 0,41%.