En total se han sustituido 150 luminarias de vapor de sodio, con consumos de entre 100 y 150 W. por otras de tecnología LED y fabricación española con un consumo máximo de 36 W. que se va ajustando al ciclo nocturno según las necesidades de iluminación. Se ha mejorado la calidad y los niveles de iluminación, adaptándose automáticamente a las distintas épocas del año mediante reloj astronómico y se han subsanado las deficiencias de seguridad encontradas en la instalación eléctrica.
Las calles de las tres localidades han vuelto a tener el color e intensidad que permiten realzar la belleza nocturna de los pueblos, así como mejorar la observación del cielo nocturno por la disminución de la contaminación lumínica.
La obra ha sido financiada con fondos propios, con cargo al remanente de tesorería de ejercicios anteriores. Este tipo de inversiones generadoras de ahorro real, aportan liquidez presupuestaria a los municipios a corto plazo, estimando un periodo de amortización no superior a los 5 años.