Otra ventaja del WLTP es que, al ser un sistema de medición de ámbito mundial, elimina las diferencias existentes entre los diferentes protocolos “regionales” existentes hasta ahora, es decir, el japonés, el americano y el europeo. A partir de ahora se aplicará un único protocolo y eso permitirá comparar vehículos de diferentes orígenes en un plano de igualdad. Por otro lado, este protocolo tendrá en cuenta también el consumo y las emisiones de los diferentes acabados de un mismo tipo de vehículo, algo que el NEDC no tenía en cuenta. Es evidente que un coche con equipamiento full (más pesado), con llantas más grandes y neumáticos más anchos gasta más que una versión de acceso a gama de ese mismo modelo. Esto hasta ahora no se tenía en cuenta y el WLTP sí lo contempla.
Además, este nuevo método acabará con los consumos homologados extraordinariamente bajos de los modelos híbridos. Éstos, al tener el NEDC un ciclo muy corto y a poca velocidad, conseguían un consumo homologado muy bajo por no decir irreal ya que usaban mucho el modo eléctrico en la prueba. Luego, al salir con ellos a carretera, los usuarios se encontraban con un consumo mucho más elevado. Con el WLTP, los híbridos deberán publicar consumos mucho más reales que hasta ahora.
Los inconvenientes de este protocolo no están dentro del protocolo en sí, sino de su entrada en vigor y su encaje en las diferentes legislaciones. En España, por ejemplo, la fiscalidad se aplica en función de las emisiones de CO2 (el impuesto de matriculación está basado en ello). Con el WLTP, las emisiones homologadas aumentarán y algunos modelos, al incrementarse sus emisiones, pueden encarecerse al caer al tramo superior del impuesto. A modo de ejemplo, un coche que en el ciclo NEDC homologaba 115 gr/km y estaba exento del paso del impuesto de matriculación (hasta 120 gr/km de CO2 el impuesto es a tipo cero) puede, en el WLTP incrementar sus emisiones hasta 125 o 130 gr/km y, con ello, pasar a pagar un 4,75% de impuesto de matriculación lo que encarecerá el coche. Un modelo que cueste 20.000 euros antes de impuestos, se encarecerá unos 1.000 euros como consecuencia de la entrada en vigor del WLTP si cambia de tramo. Y eso es algo que las marcas tratarán de evitar a toda costa remodelando la gestión electrónica de los motores o montando otros de nueva generación. Esto afecta por igual a los modelos de gasolina y diésel y, como hemos dicho, en mayor medida a los híbridos. A los eléctricos, al no generar emisiones, no les afecta económicamente, pero el WLTP hará que su autonomía homologada sea mucho más realista que en la actualidad.
La entrada en vigor del WLTP en septiembre puede provocar una oleada de automatriculaciones a finales de agosto. Las marcas y los concesionarios pueden impulsar una matriculación masiva de aquellos modelos que salten de un tramo a otro del impuesto de matriculación para ahorrar ese impuesto. Estos coches deberán venderse posteriormente como kilómetro cero ya matriculados. En realidad, esa práctica ni es ilegal ni atenta contra la normativa ya que el WLTP como el NEDC no es más que un protocolo informativo que no obliga a realizar ningún cambio en los modelos a la venta. Un coche matriculado en agosto y otro del mismo tipo matriculado en septiembre serán rigurosamente idénticos pero el segundo será más caro si se ha modificado su tramo impositivo.