Con el objetivo de poner cifras a este fenómeno, el Grupo Adecco, líder mundial en recursos humanos, ha realizado una encuesta a cerca de 1.000 trabajadores en España de la que se extrae que el 37% de ellos está sufriendo o sufrirá el síndrome postvacacional al reincorporarse al trabajo tras el periodo vacacional, 4 puntos porcentuales más que el año anterior, cuando se situaba en el 33%.
Aunque el 63% restante no padecerá esta depresión, una parte importante de ellos sí padecerá un cuadro de fatiga o estrés que no llegará a considerarse depresión postvacacional, pero estará directamente vinculado a la incorrecta adaptación al orden y la rutina tras esos días en los que apenas se tienen responsabilidades.
Este síndrome es característico de los países en los que es habitual que los trabajadores disfruten de largos periodos vacacionales, como es el caso de España, donde el grueso del descanso anual se concentra fundamentalmente en los meses de verano.
Aunque el nuestro no es ni mucho menos uno de los países en los que más días de vacaciones tienen los trabajadores, sí que existe cierta cultura de aglutinarlos en una determinada época, en vez de distribuirlas a lo largo de todo el año. Según el Banco Mundial, en España, el período mínimo de vacaciones remuneradas es de 22 días por año, frente a los 30 de Finlandia o Francia.
El entorno laboral juega un papel elemental en ese proceso de adaptación. Si el entorno es negativo, el trabajador encontrará mayores dificultades a la hora de reincorporarse, mientras que será mucho más sencillo para aquellos que desarrollen su actividad profesional en un ambiente agradable y positivo.
Entre los factores que contribuyen al desarrollo de este síndrome están las malas relaciones entre compañeros, las tareas repetitivas y los jefes poco motivadores.
¿Qué es el síndrome postvacacional?
Se llama síndrome o depresión postvacacional a la sensación de falta de energía, la desmotivación o la tristeza que sufren algunos trabajadores al reincorporarse al trabajo después de un período de vacaciones. Se trata, en definitiva, de una ruptura en el proceso de adaptación o transición entre el tiempo de ocio y descanso generado por las vacaciones y la vuelta a la rutina laboral.
¿Quiénes sufren este síndrome?
Pese a que no existe un perfil concreto de trabajador al que le afecte esta depresión, sí que hay ciertas características comunes o bastante habituales entre aquellas personas a las que más les cuesta hacer frente a su vuelta al trabajo.
La tolerancia a la frustración, la resiliencia, la duración de las vacaciones y el entorno son los aspectos clave para entender este síndrome:
¿Cómo detectar que un trabajar tiene el síndrome postvacacional?
Los síntomas son diversos y cada persona los experimenta de una manera diferente. Sin embargo, las señales más habituales son la apatía, el cansancio, la falta de energía y la dificultad para concentrarse en las tareas. Otros síntomas frecuentes en estos trabajadores son los trastornos del sueño, el nerviosismo, el estrés o, incluso, la tristeza.
Existen casos extremos en los que el trabajador puede experimentar ataques de ansiedad, dolor de cabeza o malestar general, aunque afectan a la minoría.
Con este amplio abanico de síntomas, parece difícil detectar esta dolencia, aunque en todos los casos existe un hilo común, que es el momento en que los síntomas comienzan a manifestarse: tras haber disfrutado de un período vacacional o de descanso continuado.
La duración del síndrome postvacacional también puede variar de unos casos a otros. Los casos más leves reflejan dificultades durante 2 ó 3 días. Sin embargo, es habitual que los síntomas se alarguen hasta las dos semanas. Los casos más extremos podrían durar meses.
¿Cómo prevenirlo?
En la mayoría de los casos es posible prevenir el síndrome postvacacional con una correcta actuación previa a la vuelta al trabajo. La clave radica en hacer que la transición entre las vacaciones y el trabajo sea lo más leve y llevadera posible. Entre las medidas que se pueden tomar para evitar esta situación, las más efectivas son:
En definitiva, todas estas medidas de alta efectividad y fáciles de llevar a cabo pasan por adelantar esa transición y tomar el control de la situación en los días previos a la vuelta.
Además de seguir estos consejos, los trabajadores deben afrontar la reincorporación con una actitud positiva, sin pensar que el trabajo es una carga, pues eso puede hacer que se agudicen los efectos de la depresión postvacacional.
¿Cómo combatir la depresión postvacacional?
Terminar con la depresión postvacacional es sencillo siempre y cuando se ponga fuerza de voluntad. Entre los trucos más efectivos se encuentran:
No obstante, lo más importante es centrar toda la atención en los aspectos positivos, como las relaciones con los compañeros o todo aquello que pueda generar ilusión y motivación.