La estrategia arrancará este año con diez millones de euros y cinco proyectos piloto en las consejerías de Fomento y Vivienda; Salud; Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural; Igualdad y Políticas Sociales, y Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, seleccionados a partir de un trabajo de diagnóstico en el que se han identificado una veintena de necesidades y demandas prioritarias. Las soluciones más demandadas se relacionan con tecnologías big data, sensores, reciclaje de materiales y residuos, aplicaciones y plataformas TIC y sistemas de gestión de la información, así como pseudosatélites y drones.
En Fomento y Vivienda se llevará a cabo un proyecto de iluminación inteligente en las carreteras de titularidad autonómica (10.574 kilómetros), con el fin de mejorar la seguridad y la eficiencia energética ante el alto consumo que supone la señalización de los tramos conflictivos. El sistema incorporará innovaciones como la evaluación de situaciones meteorológicas o el envío y análisis de datos sobre usuarios vulnerables (ciclistas y motoristas, principalmente).
En el área sanitaria se ha seleccionado el desarrollo del Servicio Regional de Patología Digital, que atenderá a escala autonómica el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de alta prevalencia y mortalidad, además de servir de soporte a la implantación de las nuevas terapias avanzadas y de la medicina personalizada. El proyecto, basado en la digitalización de la imagen anatomopatológica y en la deslocalización del soporte diagnóstico, mejorará el tiempo de respuesta, la eficiencia y la equidad en el acceso a estos recursos. Asimismo, permitirá a los profesionales la visualización de información integrada de datos clínicos, como imágenes radiológicas o endoscópicas.
La tercera de las iniciativas piloto previstas en la Estrategia de CPI desarrollará nuevos métodos analíticos rápidos y herramientas para la identificación temprana del fraude en el sector agroalimentario. El proyecto se dirigirá a reducir costes y plazos de respuesta, aumentar la calidad de los productos y optimizar los procesos productivos, asegurar la trazabilidad y mejorar la gestión de riesgos, especialmente en la aceituna, el aceite de orujo, la uva, el mosto y el vino. También pondrá el foco en las adulteraciones de lácteos y en la mejora de las analíticas de la fibra de algodón.
Por su parte, la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales contará con una plataforma para la implantación del futuro sistema andaluz de teleasistencia avanzada; basada en el uso de dispositivos móviles, adaptada a personas con discapacidad sensorial y cognitiva, orientada a aumentar la autonomía de los usuarios y mejorar el apoyo a cuidadores. El proyecto prestará especial atención a la detección de eventualidades no previstas en el hogar, a la compatibilidad de equipos y a la integración con otros servicios como el 061 o ‘Salud Responde’.
Finalmente, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio avanzará en las soluciones basadas en ‘cloud computing’ para la monitorización de indicadores ambientales a escala regional. El objetivo es facilitar a las distintas unidades responsables de los seguimientos el acceso a productos y servicios a medida que los demanden, así como incrementar las posibilidades de procesamiento ‘on line’ de datos de diferentes procedencias.
Impulso a la I+D
A diferencia de la licitación convencional, con la CPI la Administración especifica el desarrollo futuro del producto o servicio que necesita y sus características, contribuyendo así a dinamizar la I+D en sectores económicos claves, tanto consolidados como emergentes; impulsar mercados innovadores; apoyar el desarrollo empresarial, y facilitar al tejido productivo el potencial de universidades y centros de investigación.
La estrategia aprobada hoy por el Gobierno andaluz se marca, entre otros objetivos, aumentar en un 2,6% anual la inversión media anual en I+D de las administraciones públicas y en un 0,15% la del sector privado y la enseñanza superior, además de elevar del 10% al 17% la proporción de empresas que realizan innovaciones tecnológicas.
Los cinco proyectos de CPI previstos para su inicio este año se sumarán a otros ocho actualmente en marcha con liderazgo de agentes andaluces y financiación europea y estatal. Destacan el Servicio Andaluz de Salud, que participa en sendas iniciativas vinculadas a la mejora del dolor crónico mediante técnicas de autogestión y a la reducción del estrés vinculado a la atención sanitaria, y la Universidad de Córdoba, integrada en el desarrollo de un brazo robótico quirúrgico y la mejora de la tecnificación el sector olivarero.
Finalmente la Estrategia de CPI aprobada hoy señala también tres proyectos de envergadura susceptibles de abordarse con otras comunidades y financiarse con fondos estatales: una plataforma abierta de servicios ‘Smart Cities’ para ayuntamientos; un pseudosatélite de comunicaciones para situaciones de emergencia y observación de la tierra a alta resolución, y una herramienta integrada de generación, gestión y distribución de contenidos audiovisuales interactivos.