Hasta ahora los límites en pérdidas solo se utilizaban en compañías que operaban en situaciones de monopolio, pero desde este otoño, Paf aplicará esa barrera a todos sus clientes como parte de sus medidas de juego responsable. Otras medidas de Paf incluyen la identificación de comportamientos de riesgo y el contacto directo con clientes para explicarles sus hábitos de manera que puedan prevenir posibles problemas con el juego. De hecho, en 2017, Paf contactó con más de 9.400 clientes en todo el mundo para informarles de las políticas de prevención ante comportamientos sospechosos y para ayudarles a fijar límites individualizados según las características de cada jugador de forma voluntaria.
“Somos conscientes de la reputación que tienen las empresas de juegos de azar”, asegura Helena Rico, directora general de Paf en España. “Por eso, trabajamos cada día para que nuestros clientes puedan disfrutar jugando en sus ratos de ocio en un entorno lo más seguro posible".
“Además, Paf destina sus beneficios a proyectos solidarios, por lo que no veíamos lógico que el dinero con el que ayudamos a comunidades en riesgo provenga de clientes con problemas”, continúa Rico.
La compañía ha informado de que, debido a esta medida, reducirá sus ingresos en aproximadamente un 5% pero la repercusión social se encuentra por encima de la económica. De la misma manera, aunque se puedan perder clientes que no acepten jugar con limitaciones, Paf considera que es una medida positiva de alerta para aquellos usuarios que puedan necesitar ayuda ante un problema con el juego.