Motor

Renault Koleos Initiale París 2.0 dCi 175 4WD X-Tronic

La marca del rombo ya tiene por fin un SUV de gama alta

Mariano García Viana | Lunes 17 de septiembre de 2018
Aunque por su denominación como Koleos, este modelo sería la segunda generación, ya que la que popularizó el nombre o sea la primera que estuvo en producción entre 2008 y 2015 y a pesar de que tuvo dos actualizaciones a lo largo de su vida, no se podían considerar como generaciones, sobre todo teniendo en cuenta, como es el caso, en el que el cambio ha sido tan auténticamente radical.

Y efectivamente el cambio de esta nueva generación del Koleos ha sido tan grande que solo conserva del anterior el nombre y casi nos atreveríamos a decir que una nueva denominación nos hubiera parecido hasta acertada. Más grande, más poderoso, más confortable, más capaz, más…… y lo que es más importante en un segmento superior al de su antecesor, entrando ya en el terreno de los SUV de gama alta, en el que Renault aún estaba ausente. El nuevo Koleos está construido sobre la plataforma CMF C/D, que actualmente utilizan los Espace y Kadjar y el X-Trail de Nissan y no oculta su parentesco con el elegante Talisman en sus dos versiones berlina y Sport Tourer, ya que los tres han sido diseñados por Alexis Martot, siendo en el frontal donde se centran los mayores parecidos, con el rombo del logotipo de Renault, de buen tamaño y en posición vertical, en el centro de una generosa calandra cromada en su contorno y en sus lamas horizontales, de la cual también forman parte los estrechos faros de tecnología full leds. Mientras, la firma luminosa de día se conforma como una C que se sale por la parte baja del grupo óptico formando un arco luminoso.

Ya que hemos comenzado describiendo el exterior del Koleos, digamos que bajo la calandra se abre una entrada de aire en cuyos extremos se sitúan los faros antiniebla y más abajo, en color aluminio, un falso protector del cárter o de los bajos en general para “atacar” los terrenos abruptos. Para dar el toque de elegancia al alto y poderoso frontal, no podía faltar debajo del logo de Renault el rótulo de Initiale, como signo de la versión más alta de la gama. Rótulo que vuelve a aparecer en la puerta delantera debajo del retrovisor. Las atractivas llantas de aleación de 19” dan una buena dosis de poderío y solidez a la visión lateral, junto a la alta cintura y a las discretas barras que recorren el techo. La trasera también transmite solidez, por la altura de la luneta, bien custodiada por el alerón superior que se prolonga por los laterales, como también lo hacen por la carrocería los grandes grupos ópticos con tecnología leds que, como ya se ha visto en el Megane y el Talisman, continúan en una fina línea hacia el centro del portón, dando el toque visual identificativo de un modelo Renault. Es curioso que el escape quede oculto tras el paragolpes, mientras que en la parte baja de este, en cada extremo, sendas formas trapezoidales cromadas, unidas entre si por una línea igualmente cromada, son meramente decorativas aunque parezcan las salidas del escape. En definitiva y como decíamos al principio, un coche completamente nuevo, elegante y con una agradable sensación de solidez y poderío, que en esta versión Initiale París se incrementa con el exclusivo color tornasolado negro amatista.

En el interior también todo es novedoso y lo primero que resalta es su amplitud, conseguida gracias a la generosa batalla que permite un mayor espacio disponible para los pasajeros, tanto delanteros como traseros. El salpicadero de material plástico es agradable a tacto, aunque un tanto duro y curiosamente, a partir de su mitad inferior muestra unos pespuntes para da idea de piel a esa parte lógicamente menos visual. El cuadro, que realmente es una pantalla de 7 pulgadas, puede ser configurada a gusto del conductor, así como los colores de su fondo y el de las discretas luces ambientales de puertas y salpicadero, mientras que las principales son de leds. Dada la categoría del coche se echa de manos la proyección de los datos principales del cuadro sobre el parabrisas o en una lámina de plástico como en otros modelos. En el centro del salpicadero se sitúa verticalmente la pantalla multifunción de 8,7 pulgadas, con el sistema multimedia R-Link 2, compatible con los sistemas Android Auto y Apple CarPlay. Es fácil de manejar y con los guarismos e interruptores de buen tamaño para su mejor manejo.

Los asientos delanteros son auténticas butacas y aparte de cómodos sujetan muy bien el cuerpo, disponiendo de calefacción y ventilación, mientras que el trasero pude cobijar perfectamente a tres viajeros, aunque su propia configuración le permite ofrecer una mayor comodidad a dos con su reposabrazos central desplegado. El maletero tiene una capacidad de 498 litros que se pueden ampliar hasta los 1.706 litros, abatiendo totalmente el respaldo del asiento trasero, que lo puede hacer en un 60/40 según las necesidades.

El Initiale Paris esta francamente muy bien equipado, además de ofrecer detalles que hace más agradable viajar en él. En lo que al confort se refiere, techo panorámico, abrible en parte ilumina el habitáculo, al igual que el resto de las ventanillas pero que son de doble cristal laminado para aislarle mejor del exterior, varios huecos portaobjetos, por todas las partes del vehículo, tapicería de cuero Nappa plena flor de color negro, decoraciones específicas en salpicadero y puertas, específicas de la versión, asientos delanteros con reglaje eléctrico (Además de la ya mencionada calefacción y ventilación), sistema de audio BOSE con 13 altavoces…….En cuanto a los elementos de seguridad cabe destacar, dos airbags frontales que adaptan el inflado dependiendo del tipo de accidente, dos airbags de torax, dos airbags de cortina, control de trayectoria de última generación, reparto electrónico de la fuerza de frenado, ayuda de arranque en cuesta, frenado activo de emergencia, alerta del cambio de carril, avisador de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico, Park assist y un largo y reconfortante etcétera.

El motor que anima esta lujosa versión es el diésel de cuatro cilindros dCi de 177 CV a 3.750 r.p.m. y que proporciona un par de 380 Nm a 2.000 r.p.m.. Una motorización que se muestra más que suficiente para mover con soltura al nuevo Koleos y que le permiten obtener unas prestaciones más que respetables, con una velocidad máxima de algo más de 200 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 9,5 segundos. Hay que tener en cuenta que además de lo voluminoso del modelo, su peso supera los 1.800 kilos. Para “ayudar” a este buen resultado mecánico, que además se muestra bastante parco en consumo, ya que no llega a los 6 litros de media en una conducción más bien rápida, encontramos una caja de cambios automática del tipo de variador continuo, es decir de múltiples velocidades, como utilizan modelos del Grupo, como es el caso del X-Trail de Nissan y la mayoría de los híbridos de Toyota. Su buen funcionamiento le permite al Koleos responder con bastante rapidez a los requerimientos del acelerador y ganar velocidad de forma brillante. Este tipo cambios no tiene una relación directa entre el ruido que produce el motor y la ganancia de velocidad y en coches que lo utilizan parece que el motor esta a muy elevadas revoluciones o a tope y no se avanza como se espera, pero para solventarlo, Renault, como también hace Subaru, ha programado su funcionamiento para que se asemeje a una caja tradicional de siete velocidades fijas, es decir, para que haya cambios de marcha y variaciones de régimen según se gana o pierde velocidad. A este respecto, el resultado es muy satisfactorio porque, efectivamente, se parece más a un cambio automático tradicional que a uno de variador y resulta mucho más gratificante de utilizar.

La estabilidad y facilidad de conducción esta más que asegurada en el Koleos, con un eje delantero tipo McPherson y uno trasero de paralelogramo deformable, ambos con sus correspondientes barras estabilizadoras. Como el Initiale París tiene también tracción total, encontramos un plus de seguridad en situaciones adversas. Al lado izquierdo del volante se sitúa un botón con tres posiciones. Una, 2WD, en la que la tracción solo se centra en el eje delantero, 4WD AUTO, en el cual la tracción se reparte entre los dos ejes de forma automática, llegando incluso hasta el 50% entre los dos ejes en función de la adherencia de cada uno de ellos y como resultado del funcionamiento de los captadores que en milésimas de segundos deciden el reparto de par y 4WD LOCK, en cuya posición el reparto de tracción es fijo del 50% en cada eje, situación ideal para circular por terrenos un tanto escabrosos y deslizantes. Ahora bien, esta función se desconecta automáticamente a más de 40 km/h o cuando se apaga y enciende el motor.

Como decíamos al principio, por fin Renault dispone en su gama de SUV, un modelo de categoría superior y después de probarlo y sobre todo en esta versión Initiale París, puede sentirse satisfecha de haber conseguido lun modelo muy bien diseñado, terminado, potente y confortable, aunque se siga llamando Koleos.


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