Cómo evitar que te roben en casa
Por fortuna, existen algunas formas de prevenir los robos. Por ejemplo, dando a entender que la casa está habitada, para ahuyentar a posibles ladrones. Podemos desde programar una luz que se encienda cada noche hasta pedirle a un vecino que recoja el correo para que no se acumule en el buzón (otra señal). Evitar comunicarlo en redes sociales es otro punto importante.
Contar con un seguro con las coberturas necesarias será también muy recomendable. La idea es que, en caso de sufrir un robo dentro de la vivienda (o incluso fuera, según la póliza), recuperemos el valor de lo perdido (hasta el límite pactado en la cobertura de robo del contenido). Es importante verificar que también incluya el hurto. No se trata solo del dinero; también es contar con el respaldo de la compañía para que se haga cargo de todo. Incluso de los gastos de alojamiento, manutención, lavandería y otros, en caso de que el robo deje tu vivienda inhabitable.
En cuanto a los coches, solo el año pasado fueron robados casi 40.000 vehículos; unos robos que, en su mayoría, fueron perpetrados por bandas organizadas. ¿Los modelos más afectados? El Seat León, el Ibiza y el Golf. Y como en el caso de los robos en el hogar, las cifras varían por ciudades. De hecho, es en Madrid, Barcelona y Sevilla donde más coches se roban.
En todo caso, te interesa tomar medidas para verte en una situación como esta. Guardarlo en un garaje siempre es la mejor garantía. Sin embargo, hay quien no puede permitírselo económicamente o incluso a quien no le compense, teniendo en cuenta la antigüedad del coche. De nuevo contar con cobertura frente a robo en tu seguro de coche es la opción más recomendable. Eso sí, comprueba si cubre los accesorios no declarados, la indemnización a partir del tercer año desde la matriculación,si cubre el hurto, ofrece vehículo de sustitución, etcétera.
Para prevenir este tipo de problemas lo mejor es grabar la matrícula o el número de bastidor en las lunas del vehículo, aparcar siempre en zonas accesibles y concurridas, circular con puertas y ventanas bloqueadas, cambiar el coche de lugar si estamos de vacaciones y, por supuesto, cerrarlo con llave siempre.