La Pirata nace en el año 2012 en Súria (Barcelona), de la mano de su head brewer, Arán León, como una marca nómada, es decir, produciendo la cerveza en distintas fábricas para, después, venderla a los distribuidores. En 2014, la marca da un paso adelante con la entrada de tres nuevos socios, que se unen al proyecto –Ignacio Serrano, Esmeralda Serrano y Maribel Romero–, y, en 2015, inaugura su propia fábrica en Súria, desde la que realiza toda la producción. Este año, ha ampliado las instalaciones de la fábrica en 350 m2 y ha incrementado su capacidad de producción en un 50%.
Según sus creadores, las cervezas La Pirata son “incendiarias, artesanas y naturales” y buscan “despertar algo en las personas que las prueban, alguna emoción”.
Actualmente, La Pirata ofrece hasta 20 referencias de cerveza distintas y se comercializa en más de 15 países (Francia, Holanda, Italia, Reino Unido, República Dominicana, República Checa, Suiza, Hungría, Bélgica y China, entre otros).
Desde 2015, La Pirata ha vendido alrededor de 600.000 litros de cerveza, lo que equivale a 2 millones de botellas, y el objetivo de la marca, a medio plazo, es abrir más bares en Madrid, Sevilla y Barcelona.
El bar La Pirata de Malasaña cuenta con dieciséis tiradores de cerveza y su horario de apertura es de lunes a domingo, de 6 de la tarde a 1 de la madrugada.