La sentencia del Tribunal Supremo francés, que coincide con la dictaminada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el caso A-Rosa, obliga ahora a las autoridades francesas a aceptar y respetar los certificados E101 irlandeses, que fueron expedidos a los pilotos y tripulación de Ryanair basados en Marsella de forma temporal entre 2006 y 2010.
Eddie Wilson, Chief People Officer de Ryanair, ha comentado: “Estamos muy satisfechos con la sentencia del Tribunal Supremo francés, que falla a favor de Ryanair y coincide con el veredicto anterior del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el caso de A-Rosa.
Creemos que esta decisión nos llevará a un desenlace rápido y favorable de las causas penales y demandas fiscales en la región de Aix-en-Provence. A su debido tiempo, esta resolución debería derivar en la devolución de hasta 13 millones de euros en pagos a la seguridad social que la compañía tuvo que poner en depósito para cubrir estos dos casos en 2014 y 2017.
Esta sentencia del Tribunal Supremo francésallana el camino para que Ryanair vuelva a considerar operar en este mercado. De hecho, ya estamos en conversaciones con varios aeropuertos franceses y el Ministerio de Trabajo francés, y esperamos poder anunciar en un futuro cercano la apertura de nuevas bases en Francia gracias a esto. Si fuera el caso, los pilotos y tripulación estarían basados en Franciacon contratos locales y pagarían los impuestos en Francia en lugar de en Irlanda.
Hemos pedido a nuestros abogados que agilicen la revisión de este caso en la Corte de Apelación de París, ahora que el Tribunal Supremo francés y el Tribunal Superior de Justicia en Estrasburgo han fallado a favor de Ryanair y los certificados E101 emitidos desde Irlanda”.