Motor

Jeep Grand Cherokee Summit 3.0 4x4 AT8

Sigue siendo un referente de los SUV de lujo más eficientes fuera del asfalto

Mariano García Viana | Jueves 20 de septiembre de 2018
Derivado del veterano Cherokee, el Grand Cherokee nació en 1992, como respuesta al éxito de los modelos todoterreno premium, Range Rover y Mercedes y desde entonces cuatro generaciones han desfilado por el mercado con este ya famoso apellido.

El modelo actual por tanto pertenece a esta cuarta generación pero que desde su lanzamiento ha sufrido ya varias modificaciones y mejoras, consiguiendo desde luego un estupendo y solido aspecto, conservando su identificativo sello de identidad. Este inconfundible rasgo identificativo se centra en la calandra compuesta por siete pequeños rectángulos verticales, que se derivan de las siete ranuras de los Jeep originales, que a la vez provienen de las 9 de los primeros modelos militares de los años cuarenta (Segunda Guerra Mundial), que las vieron reducidas a las 7 posteriormente al tener que adoptar un mayor tamaño de los faros al ser de uso civil. Otros modelos de Jeep llegaron a mostrar hasta trece ranuras, pero en 1998 la marca decidió unificarlo en las mencionadas siete, bien en ranuras o en rectángulos verticales, como es el caso. Pero elucubremos un poco ¿Por qué siete? Pues bien, según la propia marca mencionó en su día creando un especie de historia legendaria alrededor de ese número “mágico”, el 7 podría hacer referencia a las siete maravillas del mundo, a los siete continentes, a los siete mares, a los tonos del arco iris……., en fin una leyenda para dar idea de la presencia aventurera del Jeep por todo el mundo.

Centrándonos en el modelo actual y como hemos mencionado, su aspecto esta francamente logrado. Su diseño transmite solidez y robustez, pero sin dejar de tener un toque de lujo y distinción. Su alto frontal es poderoso y macizo, pues los siete rectángulos verticales tienen poca altura y los faros de xenón son también estrechos, con lo cual el resto del frontal, la mitad más o menos, esta dominada por el gran paragolpes, la entrada de aire inferior y los indicadores de dirección. Lateralmente destacan las poderosas llantas de 20 pulgadas en esta versión y la alta cintura de la zona acristalada. Las barras del techo apenas sobresalen y por ello no desentonan con la elegante línea. La parte posterior, aunque no tanto, también resulta bastante maciza. La luneta sigue la altura de los cristales laterales y contiene en su parte superior un generoso alerón con la tercera luz del freno en su centro y unos grupos ópticos de gran tamaño, con parte en el lateral de la carrocería y la otra parte en el portón, que por cierto, su apertura baja bastante en el paragolpes trasero lo que facilita las operaciones de carga y descarga. Las salidas del escape, con marco cromado y de forma trapezoidal, se sitúan a cada lado bajo el paragolpes.

El habitáculo del Grand Cherokee es amplio, aunque sin exagerar, aun así cinco personas pueden viajar perfecta y cómodamente. Los asientos de piel son, como su apariencia insinúa, muy confortables y sujetan bastante bien el cuerpo, estando separados por un ancho apoyabrazos que bajo él dispone de un amplio cofre. El salpicadero esta bien diseñado, resulta moderno, pero a nuestro gusto el plástico de la parte superior se deja “ver” demasiado. El cuadro está dividido en tres partes, dos laterales más pequeñas para cuentavueltas (izquierda) y para los indicadores de temperatura del líquido refrigerante y nivel de combustible y una central con más o menos el 50% de la superficie, para una pantalla que el conductor puede variar a su gusto y que ofrece un sinfín de información sobre el funcionamiento del coche y el ordenador de abordo. En el centro del salpicadero esta incrustada la pantalla multifunción de 8,4 pulgadas, que es sencilla de manejar y contiene la conectividad Appel Carplay y Android Auto, que junto a las salidas de aire centrales, los botones del climatizador y equipo de radio y una batería de interruptores, están enmarcados por una línea cromada que realza el conjunto. Aunque hay varios huecos para dejar objetos por el habitáculo son de pequeño tamaño pero siempre útiles. El maletero dispone de una capacidad de 457 litros, pocos para lo que se espera de un coche con este tamaño y porte exterior, aunque siempre queda el recurso, si las circunstancias lo permiten, de abatir el asiento trasero y llegar hasta los 1.554 litros, El portón tiene accionamiento eléctrico y bajo el piso del mismo se sitúa una rueda de repuesto de las “normales”.

El equipamiento del Grand Cherokee Summit es bastante completo, aunque la verdad que se echan de menos algunos elementos habituales en este segmento de SUV, como la proyección de la velocidad y otros datos en el parabrisas o el cargador inalámbrico del móvil. De todas formas contamos con alerta de choque frontal, avisador de ángulo muerto en los retrovisores, avisador de cambio involuntario de carril, equipo de audio Harman-Kardon con 19 altavoces, techo solar panorámico, sistema de tracción 4x4 Quadra-Drive II, suspensión neumática Quadra-Lift, parabrisas con gran capacidad de aislamiento, doble cristal en las ventanillas para un mejor aislamiento del habitáculo…….

Como corresponde a un coche de la categoría del Gran Cherokee, éste monta un buen motor de 6 cilindros en V. Se trata del diésel Multijet de 3 litros de cilindrada y capaz de rendir 250 CV a 4.000 r.p.m. y disponer de un par de nada menos que de 570 Nm desde las 2.000 vueltas. Un motor que como es fácil de adivinar nos ha gustado. Para ser un diésel es bastante silencioso y no es de extrañar, pues dispone de seis equilibrados cilindros, además de lo último en tecnología diésel (inyección directa common rail, cuatro válvulas por cilindros, doble árbol de levas, turbo de geometría variable, intercooler…). A pesar del considerable peso del coche, 2.403 kilos, el motor se muestra muy brioso y mueve al Gran Cherokee con soltura, sobre todo en carreteras despejadas y con curvas amplias. En las zonas viradas, con curvas sucesivas, se muestra algo más torpe debido a su elevado peso, pero siempre transmitiendo una gran sensación de seguridad. La velocidad máxima se sitúa en los 202 kim/h y la aceleración de 0 a 100 km/h en los 8,2 segundos. Por su parte el consumo medio se cifra en los 7 litros a los 100 kms. Acompañando a esta excelente mecánica nos encontramos una caja automática de 8 velocidades, cuyo funcionamiento se puede calificar igualmente de excelente, pues se compenetra con el motor a la perfección, los cambios apenas se notan en el habitáculo y es capaz de reaccionar con rapidez a las exigencia del conductor. Se puede utilizar manualmente desde las levas situadas tras el volante.

El Gran Cherokee no es un SUV al uso general de los ofrecidos por el mercado, es realmente un auténtico todoterreno y su tracción a las 4 ruedas esta acompañada por una serie de elementos que lo califican como un 4x4 eficaz y capaz fuera de la carretera. En una rueda y unos interruptores situados tras la palanca de cambios y cerca de los asientos delanteros, el conductor puede adaptar el coche a las circunstancias del terreno por el que se circula. En la rueda hay varias posiciones, Snow (Nieve), Sand (Arena), Mud (Barro), Rock (Rocas) y Auto, que es la posición en la que normalmente esta circulando el coche que automáticamente adapta la tracción a las circunstancias. En las teclas que rodean la rueda, encontramos una que Hace elevar la suspensión en varias alturas, para facilitar a sí la circulación fuera de la carretera, si no se activa el coche automáticamente se adapta a la circulación por carretera bajando la suspensión neumática a una altura intermedia (NRH), ya que también existe otra tecla que baja aún más la suspensión para facilitar la carga o entrar aparcamientos o garajes de bajo techo. Otra ventaja que tiene el Grand Cherokee es el disponer de reductora, con bloqueos del diferencial central y trasero. Además también existe otra tecla para el control de descensos, que combinado con el diferencial, se puede hasta lograr que el coche circule a un kilómetro por hora, para circular por bajadas muy pronunciadas o superar obstáculos difíciles, en esta circunstancias también se puede aumentar lentamente la velocidad con solo manejar las levas del volante. Todas las utilizaciones de los sistemas se reflejan en la pantalla multimedia.

Para no extendernos más, resumamos que el Grand Cherokee Summit, es un coche de lujo, con una impresionante presencia, potente y con una capacidad para circular fuera y dentro de la carretera con suma eficacia y comodidad.


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