A nivel nacional, se estima que la factura de la ‘vuelta al cole’ superará este año los siete mil millones de euros. El esfuerzo económico que implica afrontar los gastos que conlleva el regreso a las aulas, unido al de las vacaciones de verano, ‘ahoga’ las economías domésticas del 10 por ciento de las familias con niños en edad escolar, es decir, más de 800.000 hogares de todo el país no tienen recursos suficientes y para evitar acabar en números rojos recurren a diferentes alternativas de financiación, desde tarjetas de crédito, préstamos al consumo o adelantos de nómina. En este sentido, Estefanía González, redactora jefe de kelisto, asegura que “el 9 ciento de los hogares de nuestro país asegura llegar a final de mes con mucha dificultad y el 37 por ciento reconoce que no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos”. Estos porcentajes son un reflejo del incremento registrado en préstamos para estudios en los dos últimos años, casi un veinte por ciento.
Entidades bancarias como Ruralcaja o La Caixa ofrecen créditos a medida para familias con hijos en edad escolar que llegan a alcanzar los 6.000 euros. Otra opción son los créditos rápidos. Portales como milcreditosrapidos.com, un comparador de créditos online, son una alternativa cada año más utilizada donde encontrar una solución en menos de quince minutos. “Casi el cuarenta por ciento de los préstamos se piden entre los meses de julio y septiembre”, aseguran. De hecho, el volumen de estos préstamos no ha dejado de crecer desde el año 2012. Lo mismo ocurre con los adelantos de nómina o la ayuda desinteresada de familiares y amigos, aunque estos aspectos son imposibles de cuantificar.
“Cada vez hay más opciones para afrontar la falta de liquidez”, señalan desde la Confederación de Consumidores y Usuarios donde aconsejan medir bien los gastos, comprar sólo lo necesario y, en caso de recurrir a financiación, leer bien las cláusulas de los contratos que se firman para evitar “nuevos sustos más adelante”. Asimismo recomiendan informarse de los diferentes programas de ayuda que ofrecen las comunidades autónomas, como bancos de libros o becas de comedor. Sea como sea la cuesta de septiembre aprieta.