Tecnología

La razón por la que deberíamos apreciar los esfuerzos de la Comisión Europea para fomentar el intercambio de datos

Jorge Vázquez.

OPINIÓN: Por Jorge Vázquez, Country Manager Veeam Software Iberia

Miércoles 03 de octubre de 2018
Los últimos seis meses han sido un periodo importante en la historia de la economía de datos.

Los datos han sido un tema de conversación que no ha pasado inadvertido en absoluto: la entrada en vigor del nuevo reglamento general de protección de datos (GDPR) de la UE, el escándalo de Cambridge Analytica que ha hecho caer el valor de mercado de Facebook hasta suponer una pérdida de miles de millones de dólares, todo esto además de al menos un puñado de filtraciones de datos en el mundo. Para muchos, los titulares de las noticias no solo han destacado el valor de los datos personales, sino que también han hablado de la importancia de mantenerlos seguros y a buen recaudo.

Quizás no fuera el momento ideal, mientras saltaban todos estos titulares sobre los datos, pero a finales de junio la Comisión Europea lanzó dos nuevos paquetes de medidas pensados para garantizar la libre circulación de datos no personales en la UE y para fomentar el intercambio de datos sobre asistencia sanitaria. El tribunal de la opinión pública alimentado por la narrativa presentada por los medios de comunicación se mostraba claramente predispuesto a favor de la protección de datos y, en líneas generales, tenía razón.

El nuevo reglamento es un paso importante para lograr el “Mercado Único Digital Europeo”, con una mayor trasparencia sobre la ubicación de los datos, competencia en la fijación de precios para el almacenamiento de datos y servicios cloud y más opciones para elegir. Todo esto interesa tanto a empresas como a consumidores en todo el continente europeo.

El valor de la trasparencia y la visibilidad

El anuncio de la Comisión Europea del mes de junio supone el inicio de un nuevo periodo en el intercambio de datos en la UE. El acuerdo aumentará de forma significativa la libre circulación de datos más allá de las fronteras al prohibir las restricciones de localización. Aunque inicialmente esta mayor disponibilidad puede despertar recelo entre los ciudadanos de la UE, también es posible ver que las nuevas medidas forman parte de un esfuerzo mayor para conseguir transparencia sobre el modo en que se comparten y utilizan los datos. Esto, si se hace de forma segura, solo puede ser algo positivo.

Después de todo, el escándalo de Facebook con Cambridge Analytica no trataba solo del problema de los datos que se usan o comparten, sino que tenía que ver con el modo opaco y engañoso en el que tuvo lugar todo el proceso. Además, estas medidas aportarán un mayor control reglamentario, al asegurar la disponibilidad de datos para las autoridades locales de manera generalizada.

Las personas y las empresas dependen y, se benefician en general, del uso y del intercambio de sus datos a diario. El lado positivo de los escándalos que han afectado a los gigantes tecnológicos del mundo últimamente es que ahora todos somos más conscientes de lo importantes que son los datos en nuestra vida diaria y lo necesario que es exigir responsabilidades a las empresas que los almacenan o procesan. Ahora ya podemos seguir construyendo una economía digital que beneficie a todo el mundo.

Un mercado único digital más competitivo

Uno de los componentes clave para tener un mercado sano es la competencia y esta es otra de las ventajas que aporta eliminar las restricciones de localización de datos. La Comisión Europea ha pedido específicamente a los proveedores de cloud la creación de códigos de conducta para los clientes que cambian de proveedor, incluyendo fechas límite claras. Esto debería generar una mayor flexibilidad y hacer que los servicios de datos sean más asequibles en toda la UE, al tiempo que hace que sea más difícil que las empresas se queden ‘atrapadas’ por servicios privados.

En general, estas medidas acelerarán el desarrollo del Mercado Único Digital. De acuerdo con las estimaciones de la UE, la libre circulación de datos podría duplicar el valor de la economía basada en datos hasta representar un 4% del PIB en el año 2020, siempre que las empresas sean capaces de acceder a los beneficios que aporta una mayor disponibilidad de datos. Sin embargo, eso requiere que se implante la gobernanza y la gestión inteligente de datos.

Los desafíos y oportunidades de la gestión inteligente de datos

A medida que las empresas trasforman sus procesos y operaciones para adaptarse al primer mundo digital, la necesidad de controlar los datos es ahora más importante que antes. Las nuevas medidas propuestas por la Comisión Europea se basan en el reglamento GDPR y cubren una serie de áreas. Además de ofrecer un acceso mejor y más fácil a los datos del sector público, incluso a través del uso de APIs para ofrecer datos en tiempo real, existen algunos puntos clave que las empresas del sector privado y los investigadores deberían tener en cuenta.

Reglamentos como el GDPR son fundamentales a la hora de conseguir que las empresas se adapten, pero la mayoría de los expertos opina que estas estipulaciones no son más que una extensión, más estricta, de las buenas prácticas comerciales.

Aunque es obvio que el volumen de datos disponibles hoy plantea retos de gestión para las empresas, también ofrece increíbles oportunidades. Los datos son más relevantes para el negocio de las empresas que nunca. No obstante, para poder disfrutar del valor que aportan, las empresas deben asegurarse de contar con disponibilidad en toda la red. Al utilizar la gestión inteligente de datos, las empresas pueden garantizar que pueden acceder y extraer datos para obtener información allí donde sea necesario. Con la hiperdisponibilidad, las empresas europeas podrán tener acceso a los auténticos beneficios de los datos.

Enfoque sectorial: El enigma sanitario

El sector de la asistencia sanitaria es un estupendo ejemplo del modo en el que la disponibilidad de datos puede trasformar a las empresas, a los sectores y ofrecer beneficios duraderos para los consumidores. El primer anuncio de la Comisión que tuvo lugar en abril trataba específicamente sobre el uso y el intercambio de los datos de ciudadanos relacionados con la asistencia sanitaria.

La confidencialidad de los datos de los pacientes sigue siendo un principio clave en el ejercicio de la medicina que representa la necesidad de mantener seguros esos datos. Sin embargo, las innovaciones basadas en datos en el sector de la asistencia sanitaria también plantean opciones reales e interesantes.

El plan de acción de la Comisión plasma el compromiso de anteponer a los ciudadanos en lo que respecta al uso de sus datos. Aunque también explorará la posibilidad de compartir los datos (de forma segura) más allá de las fronteras, utilizando paquetes de datos de mayor tamaño para ofrecer diagnósticos y tratamiento personalizado, además de la adopción de más herramientas digitales que ayuden a las autoridades a hacer un mejor uso de los datos de los que disponen.

Todo esto respaldado por la necesidad de contar con más disponibilidad e interoperabilidad para las historias clínicas. Esto también encierra un doble objetivo en el que se tiene en cuenta tanto el valor como la confidencialidad de los datos, sobre todo los relacionados con información personal.

Hacer una buena gestión de datos

Si seguimos empleando el ejemplo de la asistencia sanitaria, no hace falta recalcar la importancia de la disponibilidad de datos cuando lo que está en juego es el bienestar del paciente, mucho más cuando se trata de una situación de vida o muerte. La sanidad debería establecer el criterio de referencia para avanzar en la trasformación e innovación digital. Sencillamente hay demasiado en juego como para que sea de otro modo. A pesar de eso, este no es más que un ejemplo y muchas empresas ahora dependen de la disponibilidad de datos.

Desde hace un tiempo, la creación de datos se duplica cada dos años y se calcula que para el año 2021 habrá 28.000 millones de dispositivos conectados a Internet y trasmitiendo datos. Esto generará un valor económico de 19 billones de dólares, además de incrementar los retos relacionados con la gestión de datos a los que ya se enfrentan las empresas: ¿Cómo analizar y extraer valor de estos datos? ¿Cómo gestionar los costes de mantenimiento que se han disparado de forma incontrolada al enfrentarse a enormes volúmenes de datos? ¿Dónde almacenar esos datos? ¿Quién tiene acceso a los mismos? Todas estos son problemas importantes si los analizamos individualmente, pero juntos se convierten en una tarea casi imposible de resolver. Por suerte, este nuevo acuerdo de la Unión Europea fomenta en cierto modo el que los proveedores de tecnología, los proveedores de servicios y las propias empresas colaboren para encontrar soluciones.

Datos + innovación comercial = crecimiento económico

Mientras la innovación impulsada por los datos es cada vez más importante en todo el mundo y sigue siendo el factor de crecimiento exponencial de la cuarta revolución industrial, las nuevas expectativas del mundo empresarial moderno se centran en un nuevo nivel de disponibilidad de datos, basada en la gestión inteligente de datos.

Lo que ha hecho la Comisión Europea es dar un paso positivo en favor de la gobernanza y la libertad de datos. Creemos que no solo garantiza mejores servicios para los ciudadanos y ayudará a las empresas a mantener un mejor control de la gestión y la protección de datos, sino que además evitará que se queden ‘atrapados’ por servicios privados que ya no sirven para hacer frente a sus necesidades o que no cumplen las promesas que hicieron en el momento que se compraron.

Andrus Ansip, el vicepresidente de la Comisión de Mercado Único Digital afirmó:“Las restricciones de localización de los datos son signos de proteccionismo que no tienen cabida en un mercado único. Tras la libre circulación de personas, bienes, servicios y capital, el siguiente paso que hemos dado con este acuerdo es el de la libre circulación de datos no personales para impulsar las innovaciones tecnológicas y los nuevos modelos de negocio y crear un espacio europeo para todo tipo de datos.

Los datos son de extrema importancia para las empresas y las vidas de los ciudadanos, por lo que perder datos no es una opción. La libertad que aporta este reglamento creará nuevos puestos de trabajo, facilitará que haya una mayor disrupción digital en los mercados pertinentes y en sectores tan dispares como la sanidad, la industria y las telecomunicaciones, mientras aumentan las innovaciones impulsadas por datos y se genera un crecimiento económico para Europa en un momento crítico de la historia del continente.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas