Los ministros de medio ambiente de la UE han acordado reducir las emisiones de coches y furgonetas en un 35% para 2030, frente al 40% aprobado por el Parlamento.
Un día después de que el panel intergubernamental de cambio climático advirtiera de la urgencia de disminuir las emisiones para evitar un cambio climático catastrófico, los ministros de medio ambiente de la UE han acordado reducir las emisiones de CO2 de los vehículos en tan solo un 35% para 2030, frente al 40% aprobado por el Parlamento Europeo.
Aunque este límite es ligeramente mejor que la propuesta de la Comisión, las organizaciones Transport & Environment (T&E), Ecologistas en Acción, Ecodes y Ecounion han afirmado que esta posición se queda muy lejos de lo que se necesita para alcanzar los objetivos climáticos de 2030 y evitar los peligros del cambio climático señalados en el
informe del IPCC el pasado lunes.
El acuerdo final, al que se llegó pasada la medianoche de ayer, incluye una reducción del 15% de los objetivos para coches y furgonetas para 2025, un 30% de reducción en furgonetas y un 35% para vehículos para 2030, en línea con la propuesta original de la Comisión. Además, los países con PIB más bajo recibirán un bono extra para vender coches de bajas y 0 emisiones.
Diecisiete países que representan el 50% de la población europea apoyaban una reducción para 2030 del 40%. Pero Alemania y el grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia), han presionado duramente para limitar la reducción a tan solo el 30%. Una posición que ha impulsado también la Comisión, y en particular el comisario Miguel Arias Cañete, que ha realizado una intensa presión por bajar la ambición en cuanto a reducción de emisiones.
Como muestra de la presión realizada por Arias Cañete, las organizaciones ecologistas señalan el envío que éste ha hecho durante el proceso legislativo de un
análisis sobre el impacto de las reducciones, algo que suele ser inusitado en la política europea. Para T&E, Ecologistas en Acción, Ecodes y Ecounion este análisis reflejaba de manera tendenciosa el impacto económico de una reducción ambiciosa de los estándares.
La ministra de Transición Ecológica, que por su parte representaba al Gobierno de España, ha comenzado su discurso advirtiendo de la importancia de la industria del automóvil en España, para apoyar la posición intermedia del 35% defendida también por la presidencia austríaca. Con esta postura ha abandonado las ambiciones que había defendido el pasado lunes en la presentación del informe del IPCC.
Isabell Büschel, portavoz de de T&E, ha declarado: “La decisión de hoy de los gobiernos de la UE es frustrante. Muestra dónde dejan la Comisión y algunos Estados miembros el liderazgo climático frente a los intereses de la industria. Pero esto no se ha acabado, las negociaciones con el Parlamento Europeo todavía pueden permitir un acuerdo que ponga a Europa en el camino de limitar la subida de la temperatura por encima de los 1,5ºC y que además sea buena para el empleo y para un aire más limpio”.
Nuria Blázquez, coordinadora de Transporte de Ecologistas en Acción ha añadido que “tras su discurso del lunes en la presentación del informe de IPCC, Teresa Ribera hubiera debido ser coherente y apoyar a los países con más ambición, España tenía mucho peso en la decisión”.
Por su parte, Miriam Zaitegui, portavoz de Ecodes, ha concluido: ”Este apoyo a la propuesta de la Comisión por parte del consejo de la UE es incompatible con los objetivos de descarbonización del acuerdo de París. Esperamos que en las negociaciones a tres bandas que comenzarán ahora, el Gobierno español apoye la propuesta del Parlamento y de gobiernos como el francés.”