En el repunte de la tasa interanual del IPC de septiembre ha influido principalmente la subida de los precios de la electricidad y, en menor medida, del gasóleo para calefacción y del gas. Los carburantes subieron en septiembre menos que el mismo mes de 2017, pero marcan un incremento. En sentido contrario, bajaron los precios de los alimentos, especialmente de las frutas y las legumbres.
“La energía sigue tirando al alza del IPC que alcanza ya una tasa del 2,3%”, ha señalado Lorenzo Amor, presidente de ATA. “Hoy pagamos la luz y los carburantes más caros dañando la actividad de muchos autónomos y pymes”. Un ejemplo claro es el precio que están pagando los autónomos del transporte. “El incremento de precio del gasoil está castigando duramente al sector de transportistas autónomos que asume directamente este aumento de costes. Los transportistas autónomos han pagado en el último año entre 2.000 y 4.000 euros más anuales en carburante según rutas y tonelaje”.
Se puede comprobar cómo estos datos son un fiel reflejo de cómo se está lastrando la actividad de los autónomos. “El IPC tiene pocos visos de cumplir el 1,6% que es lo que estaba previsto para final de año”, señala Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA.