Motor

Volkswagen T-Roc 2.0 TSI 190 CV DSG 4 Motion

Más que un SUV compacto y divertido

Mariano García Viana | Lunes 15 de octubre de 2018
Con la base del Golf, Volkswagen ha creado un crossover con unas formas compactas, y muy conseguidas por cierto, pero con un interior lo suficientemente amplio como para acoger cómodamente hasta cinco personas.

En más de una ocasión hemos comentado la verdadera invasión que existe en el mercado de modelos tipo SUV. Si primero comenzó con tamaños grandes y luego medianos, ahora, en los últimos meses la invasión ha continuado con los de un tamaño más reducido y compacto y al igual que en los de mayores dimensiones, no hay prácticamente marca que no disponga de uno, parte de los cuales ya hemos ido probando para nuestros lectores.

Como decíamos, Volkswagen ha entrado con fuerza en este segmento de SUV compactos, pues según la prueba que hemos realizado, el T-Roc, como así se llama, tiene una serie de virtudes que le hacen acreedor para tener un éxito asegurado. De entrada, su línea esta tan bien conseguida que parece incluso más grande de los que es, sobre todo en su parte delantera que recuerda claramente a su hermano mayor Tiguan. Este “recuerdo” viene dado por la ancha parrilla que, junto con los estrechos faros de led, forman un todo que lado a lado del frontal, presidido por un generoso logotipo de la marca. Una característica exclusiva del modelo, lo forman dos “adornos” que figuran entradas de aire, bajo los faros, cuyo marco trapezoidal es en realidad la luz de día de led, que se convierte en intermitente anaranjado cuando se activa el indicador de dirección. El fondo de este elemento es de nido de abeja pero sin hueco, mientras que la verdadera entrada de aire, con el mismo entramado, se encuentra en la parte baja del paragolpes y escoltado por los faros antiniebla a cada lado, que también sirven de haces direccionales. Un simulador de protector de cárter de color aluminio remata este frontal francamente conseguido.

Lateralmente se aprecia una línea cromada que comienza en la base del parabrisas, continúa por encima de las ventanillas y desciende, con una mayor anchura, a cada lado de la luneta. Por otro lado, una arista sobresale por encima de los tiradores de las puertas y otros dos señalan los pasos de rueda y por encima de ellos para remarcarlos, sobre todo el trasero que engloba el tirador de la puerta y termina en el inicio del grupo óptico trasero, dando un aspecto más ancho y sólido a esta parte del coche. En la trasera destaca la luneta con bastante inclinación y el alerón de generoso tamaño que la corona, mientras que los pilotos horizontales también pueden presumir de tener un buen tamaño y además son de led tridimensional, a pesar de lo cual el intermitente ocupa un lugar muy discreto y hasta difícil de ver de día. Ambos grupos ópticos están unidos por una arista similar a la lateral. Como ocurre en la parte frontal, aquí en la trasera encontramos dos huecos trapezoidales, que en este caso contienen los catadióptricos. Una franja negra recorre la carrocería por debajo de las puertas y se ensancha en la zaga para incluir la matrícula. En la parte más baja se ubican los deflectores del escape.

Como deja entrever el acertado diseño exterior, el habitáculo del T-Roc es francamente grande y más que suficiente para 5 personas con bastante comodidad en lo que a las que ocupan las plazas posteriores se refiere, ya que las dos delanteras, disponen ya de por sí de dos estupendos asientos, que no solo ofrecen un aspecto impecable, con combinación de tejido y piel, sino que además son impecables en lo que a comodidad y sujeción se refiere y con una banqueta lo suficientemente larga como para recoger todo el muslo sobradamente. Después de los asientos nos fijamos en el salpicadero que combina el habitual plástico gris oscuro con otras zonas de imitación a la chapa de la carrocería por su mismo color, gris también en la unidad de pruebas y por lo tanto menos llamativa, pero que combina bien al ser de distinta textura que el plástico. El cuadro de instrumentos es de tipo digital (Active Info Display), en realidad es un pantalla de 11,7”, que puede transformarse en diversos modos a gusto del conductor, incluso reproducir el mapa del GPS, pero que, curiosamente y diferencia de otros modelos del Grupo VW, cuando se hace se borra de la pantalla central de 8 pulgadas, en lugar de mantener las dos ubicaciones. La citada pantalla situada en el centro del salpicadero, esta escoltada por las salidas de aire y bajo ella nace la consola central de forma independiente, en cuyo interior incorpora todos los pulsadores auxiliares y los del potente climatizador, así como los enchufes tipo USB y un hueco para dejar el móvil mientras se carga de forma inductiva.

Aparte de la configuración del cuadro, el conductor también puede elegir el color de los detalles lumínicos del habitáculo, guarnecido de las puertas, parte media del salpicadero, etc. En la ya citada consola central integra las funciones importantes del coche, en tres niveles horizontales, como la conexión/desconexión del sistema Star-Stop, la del ESC, luces de emergencia, asistentes de aparcamiento y los mandos del climatizador y calefacción de los asientos. Ya en la zona horizontal de la consola, además de la palanca selectora de velocidad, se encuentra el interruptor multifunción del 4Motion Active Control, que veremos más adelante. Si las cinco plazas están ocupadas, el volumen del maletero, cargado hasta el borde superior del respaldo del asiento trasero, es de 445 litros, lo que no esta nada mal. El respaldo del asiento trasero puede abatirse en una proporción de 60:40, con lo que el volumen de carga sube hasta los 1.290 litros. En resumidas cuentas, un habitáculo muy bien aprovechado, igualmente de bien insonorizado y que goza de un equipamiento de lo más completo, tanto en elementos de confort, como de ayuda a la conducción y seguridad.

La unidad probada montaba un motor de gasolina de 2 litros de cilindrada TSI (1.984 c.c.), que proporciona una potencia de 190 CV entre 4.200 y 6.000 r.p.m. y un par de 320 Nm entre las 1.450 y 4.200 r.p.m. Un motor francamente silencioso y con un comportamiento más bien tranquilo, pues hay que “pisarle” bastante para sacarle el mencionado caballaje. De todas formas, es agradable de conducir pues las recuperaciones son rápidas, permite una conducción relajada y a bajas vueltas por la ciudad. “Culpa” de ese agradable funcionamiento lo tiene la eficaz caja de cambio automática DSG de 7 relaciones, aunque a veces, cuando se quiere acelerar con decisión, tarda un poco en reaccionar, por lo que si se quiere sacar un buen partido a la potencia del motor es mejor manejar manualmente las levas situadas tras el volante. La velocidad máxima es de 216 km/h y la aceleración de 0 a 100 kms/h es de 7,2 segundos. Por su parte el consumo mixto, no llega a los 7 litros, cifra no muy elevadas para las prestaciones que se acaban de describir.

También el T-Roc de pruebas contaba con la tracción integral 4Motion que, como ya hemos comentado líneas atrás, dispone de un mando selector situado detrás de la palanca selectora y que dispone de cuatro posiciones: Snow, Street, Offroad y Offroad Individual. Cada uno de los programas modifica la respuesta del motor, de la caja de cambios, del sistema de tracción y de la dirección, que en el caso de la posición Individual, el conductor puede hacer un ajuste personalizado de cada uno de los parámetros, así como conectar o desconectar la ayuda de descenso de pendientes y el asistente para arrancar en superficies deslizantes. También esta disponible en esta versión 4Motion, la selección del perfil de conducción, que permite al conductor ajustar los parámetros del cambio DSG, el climatizador, la dirección asistida, la suspensión adaptativa el control de crucero adaptativo. La elección se puede hacer a través de un mando que dispone de cinco perfiles diferentes: Comfort, Normal, Sport, Eco e Individual.


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