En los primeros nueve meses de 2018, la facturación del fabricante checo se incrementó en un 2,1% hasta los 12.600 millones de euros (enero-septiembre 2017: 12.300 millones de euros). El beneficio operativo de ŠKODA AUTO retrocedió un 10,2% hasta los 1.100 millones de euros (enero-septiembre 2017: 1.200 millones de euros). El retorno sobre la facturación se situó en el 8,6% a finales de septiembre de 2018 (enero-septiembre 2017: 9,8%).
El responsable de Finanzas e IT del Comité Ejecutivo de ŠKODA AUTO, Klaus-Dieter Schürmann, enfatiza: "ŠKODA AUTO es una compañía exitosa, sostenible y rentable. Los factores clave para ello son nuestra gestión activa de precios y ventas, así como nuestra consistente disciplina de costes. Sin embargo, las normativas más estrictas de emisiones y CO2 están planteando grandes retos a toda la industria automovilística. Como consecuencia, los gastos financieros necesarios para nuevos productos, movilidad eléctrica y otras tecnologías de futuro, así como los efectos negativos de las tasas de cambio, quedan reflejados en los resultados actuales. Además, los crecientes costes de personal se deben al nuevo convenio colectivo, que entró en vigor en el mes de abril de este año. Para contrarrestar estas influencias negativas, ŠKODA lanzó un programa adicional de mejora de resultados en la primera mitad de 2018".