“Trump ahora se encuentra en una posición no intuitiva. Lo que más le importa es su base electoral doméstica, aunque los resultados ahora hacen que tenga que centrar su energía fuera del país para mantener a los electores contentos. Esto implica que necesita encontrar un equilibrio. La Guerra comercial ya está dañando a las compañías, en muchas de las cuales trabajan sus votantes. Así que necesita agitarlos más allá de la frontera de los Estados Unidos, con cautela, no sea que sus votantes se preocupen de que sus políticas los están perjudicando. Esto podría implicar un intento de buscar un acuerdo con China, que ahora realmente parece necesario para trazar una línea debajo de la reciente debilidad económica”.
Independientemente de si Trump logra un acuerdo con China, este es un punto de no retorno en su presidencia. Se ha hablado un poco de que el resultado podría limitarlo y esto me parece peligrosamente ingenuo. Bajo cualquier criterio, esta ha sido una campaña electoral venal que no deja de ser un recordatorio de cuán dividida está la política de los Estados Unidos. Los inversores están muy lejos de entender cuál es el coste económico de esta división, pero eventualmente se sufragará”.