Empezando con el Audi e-tron, el primer SUV enteramente eléctrico de la marca, la compañía lanzará numerosos vehículos eléctricos en los próximos años. Para 2025, Audi ofrecerá unos 20 modelos electrificados, la mitad de los cuales tendrán propulsión enteramente eléctrica. Al mismo tiempo, Audi sigue avanzando con la digitalización de sus vehículos y de sus plantas, expandiendo su modelo de negocio con nuevos servicios digitales como “function on demand”.
La proporción del desembolso total destinado a asuntos futuros, por tanto, se incrementará sustancialmente durante los próximos cinco años. Particularmente en la segunda mitad del período planificado, las inversiones aprobadas reflejan también el aumento en movilidad eléctrica sobre la base de arquitecturas de aplicación transversal con otras marcas, con altas sinergias. Para este fin, Audi está trabajando con Porsche para desarrollar la arquitectura premium de electrificación (PPE: “premium architecture electrification”) para vehículos eléctricos de gran tamaño, mientras que la plataforma denominada MEB (“modular electric drive kit”) está siendo desarrollada junto con Volkswagen.
Con el fin de financiar su trayectoria al futuro con sus propios recursos, la compañía está desplegando su exitoso ‘Audi Transformation Plan’. Con este programa, Audi ya generará ganancias de más de 1.000 millones de euros en 2018, contrarrestando la carga financiera que suponen las altas inversiones adelantadas. Además de transferir recursos a áreas de futuro, este programa se dirige primordialmente a simplificar procesos, utilizar sistemáticamente sinergias, e identificar y suspender actividades que ya no son relevantes para los clientes.