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Bioplásticos y prevención de residuos de envase, algunas claves

Martes 12 de abril de 2016
La Comisión Europea en relación a su plan para impulsar el desarrollo de la economía circular ha revisado las propuestas legislativas en materia de desperdicio y ha desarrollado unos objetivos claros relativos al reciclado y vertido de envases.

Estas aspiraciones se sitúan en el 75% de reciclado del total de envases para 2030 y una reducción de los residuos del 10% para la misma fecha. En ECOEMBES son aún más ambiciosos y sitúan los propósitos para España en torno al 80% para el año 2020, sin olvidar nunca que el objetivo final es el “residuo cero”.

Aunque los niveles de reciclado de envases en nuestro país son altos (73,7%), esto es debido, principalmente, a la concienciación ciudadana. Sin embargo, la reducción de residuos debe ser un principio por el que velar desde el origen del envase. La razón es que a pesar del hábito del reciclaje, la cantidad de residuos que se deben gestionar continúa creciendo y con ello la problemática que suponen aquellos envases que no se pueden recuperar o aprovechar.

Algunas estrategias para la reducción de los residuos de envases
En enero de este mismo año vio la luz el estudio Sobre Eficiencia del Embalaje en lo Relativo a la Prevención de Residuos de The ULS Report. Las conclusiones a las que llega el informe evidencian la evolución respecto a los anteriores trabajos llevados a cabo en 1997 y 2007. En dicho documento se señalan 5 aspectos significativos que marcan los caminos a seguir en relación a la prevención de residuos y el embalaje eficiente.

1. Reducción del peso de los envases. Al necesitarse menos cantidad de materiales y energía para su elaboración, los envases menos pesados contribuyen a la sostenibilidad al producir una menor cantidad de residuos y al mismo tiempo permitir el ahorro en costes.

2. El diseño del packaging eficiente en prevención de residuos tiene en cuenta las características del producto. En otras palabras, un envase que salvaguarde el alimento que contiene, que permita reducir el desperdicio alimentario, que alargue la vida del producto, que evite que deba recurrirse a productos de apoyo como pajitas o cucharillas de plástico, etc., cumple mejor las características de eficiencia que otro que no lo haga.

3. Al igual que en 1995 y 2007 los envases rellenables y de plástico flexible, los concentrados de producto, las mezclas secas, y los tamaños más grandes son las estrategias más aptas para evitar la producción de residuos derivados del envasado.

4. Fomento del reciclaje de envases que contienen los alimentos que se consumen fuera del hogar, mediante iniciativas “out of home”, reducen también los residuos de la industria del embalaje.

5. Tomar conciencia de que las demandas del consumidor y los estilos de vida a los que ha de adaptarse el sector del packaging pueden estar fomentando una mayor producción de envases en vez de reducirla.

La apuesta por I+D+i para el desarrollo de nuevos materiales de envasado
Como dice el informe The New Plastics Economy Rethinking the future of plastics “Los plásticos se han convertido en el principal caballo de batalla”. Ventajas como funcionalidad y economía han hecho del plástico un material ubicuo. Sin embargo, sus inconvenientes son muchos. Costes medio-ambientales, emisión de gases con efecto invernadero y su, por lo general, corto ciclo de vida, ha implicado un aumento en la cantidad de residuos y elevado los costes económicos. Todo esto está pasando factura y hace imprescindible la adopción de una nueva economía del plástico.

1. Creando una eficiente economía para el plástico una vez usado.
2. Reduciendo drásticamente la cantidad de plástico en el medio natural.
3. Eliminando paulatinamente las materias primas fósiles para la producción de plástico

Parece lógico que el siguiente paso en la reducción de residuos pase por el desarrollo de nuevos materiales de envasado que:

- No necesiten ser reciclados por su naturaleza biodegradable o compostable.

- Procedan de fuentes renovables e inagotables.

Algunas de las innovaciones para el sector del envasado que estamos desarrollando en AINIA tienen el objetivo colateral de que aportan valor a las iniciativas en favor de la economía circular y se enfocan en el desarrollo de nuevos materiales de envasado a partir de los residuos producidos por la industria alimentaria (fuentes orgánicas y no derivados del petróleo).

Un ejemplo de ello lo encontramos en el proyecto PHBOTTLE cuyo objetivo persigue el desarrollo de nuevos envases 100% biodegradables. Además estos envases contarán con propiedades antioxidantes que puedan largar la vida de los zumos que contienen. Los bioplásticos utilizados están desarrollados a partir de los azúcares y otros residuos ricos en carbono, nitrógeno y oxígeno existentes en las aguas residuales de las propias industrias de zumos.

El proyecto WHEYPACK investiga la forma de obtener envases plásticos en Polihidroxibutirato (PHB). Este biopolímero es obtenido a partir del suero lácteo, lo que supone otro buen ejemplo en relación a los nuevos plásticos.

Similar camino están siguiendo marcas tan conocidas en el mundo del envasado como TETRA PACK, compañía que recientemente ha lanzado,un paquete para el envasado de leche 100% renovable. La base de estos packs es totalmente biológica ya que está hecho completamente a base de plantas.

Si su empresa también está alineada con los principios de la economía circular y tiene preguntas acerca de las estrategias referentes al diseño de envases, nuevos materiales y la tecnología que posibilita la reducción de residuos procedentes del packaging, en AINIA le aportamos soluciones. También tenemos capacidades de reducción de peso optimizando los envases con herramientas CAD/CAE, y la capacidad para alargar vidas útiles y/o reducir el desperdicio de alimentos.

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