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El Open Banking se abre camino hacia 2019

Carlos Gamallo.

OPINIÓN: Por Carlos Gamallo, Regional Director Iberia, Deposit Solutions GmbH.

Lunes 31 de diciembre de 2018
Tal y como era de esperar, 2019 será otro año relevante para el Open Banking en su conjunto, como ya lo fue 2018, ya que en septiembre entrarán en vigor dos normas (SAC/SCS) que establecerán la forma en que los bancos permiten el acceso a los datos.

Los estándares técnicos SCA (Autentificación reforzada del cliente) y SCS (Estándares abiertos seguros de comunicación) de la Autoridad Bancaria Europea permitirán a los bancos y las fintech acceder a las APIs a través de mercados controlados y plataformas de desarrollo.

La llegada de la directiva PSD2 en la UE hace 9 meses, unido al progresivo aumento en la transparencia y en la competencia en banca minorista han provistoal cliente de un entorno de mayor información y control sobre sus movimientos financieros.

Muchos bancos globales líderes consideran de que la única forma de consolidar su relación con el cliente minorista a medio y largo plazo es ofreciendo a sus clientes mejores soluciones, aunque estas, en muchas ocasiones,provengan de otras entidades.

Esa nueva forma de relacionarse con el cliente consolida una relación que, de otro modo, corre el riesgo de deteriorarse. En definitiva, los bancos se consolidan como propietarios de la relación con el cliente y se posicionan en el centro de las necesidades financieras de estos.

Aunque obviamente el margen unitario conseguido al distribuir los productos de otras entidades es menor, el aumento del volumen de ingresos por comisiones derivado de la venta de dichos productos de terceros y la mayor participación en el total de ahorros del cliente crean una clara oportunidad de negocio.

Sin embargo, entre los diferentes retos para 2019 destaca algunos como la necesidad de aumentar la cultura financiera entre los clientes relativo a las ventajas que ofrece el Open Banking, ya que según un informe publicado por PwC , por ejemplo en Reino Unido tan solo el 18% de los clientes sabía lo que era el Open Banking. Asimismo, será esencial poner en valor las marcas de la banca digital para competir con las barreras psicológicas que tiene el cliente para salir de la banca tradicional.

La innovación tecnológica en la banca seguirá en aumento, así como la interacción con las nuevas herramientas y el acceso a los clientes de la banca tradicional por medio de APIs abiertas. En este sentido, las fintech tendrán que seguir afrontando con decisión los obstáculos que les surjan al intentar acceder a los bancos tradicionales.

Todo apunta hacia el desarrollo de una banca especializada, enfocada a prestar servicios a un segmento de mercado más definido. La entrada del Open Banking permite abordar segmentos impensables hace un tiempo, cuando el cliente tendía a comprar todos sus productos y servicios financieros (incluso los que provienen de terceros) desde una relación bancaria ya existente. En 2019 se espera una consolidación del modelo Open Banking, el cual probablemente haga que el mercado abiertamente accesible para proveedores especializados disminuya, a medida que los clientes encuentren una propuesta más atractiva e integral de la oferta de bancos que actúen como mercado (one-stop-shop), siendo mayor el incentivo de dichos especialistas el formar parte de dicho ecosistema bancario abierto.

La aclaración del marco regulatorio europeo tiene como objetivo ofrecer un conjunto claro y homogéneo de reglas que incentiven, tanto a los bancos, como a los ahorradores. Este entorno induce y facilita desde un punto de vista de gestión de riesgos a la diversificación a través de soluciones que sean operacionalmente eficientes.

Aunque a los clientes minoristas les está siendo cada vez más fácil elegir entre distintas ofertas bancarias dentro de su país, les sigue resultando mucho más complicado operacional y administrativamente abrir una cuenta de ahorros en el extranjero. No obstante, existen soluciones innovadoras basadas en el modelo de cuentas fiduciarias que obvian este problema.

Por tanto, podemos aventurar que 2019 será el año de la consolidación del Open Banking lo que nos conducirá, cada vez más, a un modelo de negocio en el que no se requiera imprescindiblemente una infraestructura propietaria, sino que oriente a que los bancos asuman un mayor grado de especialización con vistas a la creación de nuevas y mejores ofertas de productos y servicios, propias o de terceros, que satisfagan las necesidades y expectativas de los clientes.

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