Motor

Audi Q8 50 TDI V6 286 CV quattro Tiptronic

Un diseño único para un modelo exclusivo

Mariano García Viana | Jueves 14 de marzo de 2019
Continua la invasión en el mercado de modelos SUV de todas las marcas, por ello cada día es más difícil “salirse del camino” con diseños más originales y soluciones más exclusivas. Por el contrario, Audi con el Q8 lo ha conseguido sobradamente. No hay ningún modelo como él y menos en el segmento premium generalmente más conservador. id:43101

El Q8 es desde luego un modelo con un aspecto poderoso como pocos. Aunque su longitud ronda los 5 metros, casi como un Q7, parece mucho más corto con respeto a él, debido principalmente a su mayor anchura, su mayor distancia entre ejes y desde luego a su menor altura. El imponente frontal esta dominado por la no menos imponente calandra “single frame” con forma octogonal, que además sobresale sobre la línea general del frontal y esta enmarcada por una ancha línea color de aluminio. Con todo ello el espacio para los faros es bastante reducido, pero lo suficiente para albergar un excelente equipo de iluminación a base de leds “inteligentes” (HD Matrix Led), que se adaptan a las circunstancias lumínicas sin deslumbrar en absoluto a los coches que vienen de frente y sin perder un gran trecho iluminado para el conductor. La personal luz de día de firma tridimensional, también es de leds como es lógico y esta compuesta por siete cortas barras verticales y dos más largas. A cada lado de la parte baja de la calandra se sitúan unas negras entradas de aire para los frenos y ya por último el inicio de un falso cubre cárter con sus entradas de aire. Francamente un frontal de lo más conseguido en la marca.

Lateralmente hay dos rasgos que llaman la atención de este llamativo coche. Uno es su alto talle que hace que el modelo parezca más compacto, hecho este que se reafirma con los sobresalientes pasos de rueda enmarcados por unas molduras de plástico. El otro es que el techo baja de forma definitiva hacia la parte de atrás, pero de forma suave y muy visual, no como por ejemplo en el X6 de BMW que resulta hasta exagerada y antiestética. El techo forma una continuidad con la muy inclinada luneta que dispone de un generoso alerón. De esta forma la silueta pude parecerse a la de un deportivo coupé, inspiración que se transmite al Q8, sobre todo teniendo en cuenta que al abrir las puertas se aprecia que no tienen marco, un detalle típico de muchos coupés. En cualquier caso y teniendo en cuenta además las poderosas llantas de 22 pulgadas y moderno diseño, la deportividad respira por los cuatro costados del Q8. Por último señalar los grandes grupos ópticos traseros de led, unidos por una tira de luz sobre una superficie negra.

Como es de esperar el interior del Q8 es amplio como pocos, sobre todo en las dimensiones laterales. Los dos ocupantes de la fila delantera, conductor y acompañante, parecen que están “regañados”. Cada uno en su asiento deportivo y rodeado de una confortabilidad más que alta, pero sin lujos superfluos. Ante el afortunado conductor se despliega un salpicadero similar al de los nuevos A8 y A6, con un cuadro que es una pantalla, salidas de aire a lo largo de todo el salpicadero y en el centro sobre una superficie negra brillante, denominada Black Panel, que recorre con mayor o menor altura todo el salpicadero y que la oculta cuando esta apagada, la pantalla multifunción. El cuadro en sí, como hemos dicho, es una pantalla de 12,3 pulgadas que se puede configurar de alguna manera a voluntad del conductor, como por ejemplo el tamaño del cuentavueltas y el velocímetro, el área de información de la parte central, que incluye la reproducción de mapa que se refleja en la pantalla central multimedia. La información que facilita es fácil de interpretar y su calidad excelente y que apenas se resiente de los reflejos de la luz solar. La información se complementa con el “head-up display”, que la proyecta en el parabrisas, también con una excelente calidad aunque se lleven gafas de sol polarizadas.

La “disimulada” pantalla táctil central, tiene igualmente una calidad de resolución excelente. En ella se concentran un buen número de funciones, para cuya activación hay que pulsar los indicadores, no basta con pasar el dedo, hay que apretar con cierta presión y “sentir” su activación, con ello se evita que con los movimientos del coche se pase el dedo equivocadamente por otro pulsador. Todos los sistemas de infoentretenimiento habituales en coches de categoría superior se encuentran en el Q8, cuya pantalla además reproduce la imagen de las cámaras periféricas del coche, además de la ya tradicional de marcha atrás. Pero el Q8, como otros modelos de la marca, dispone de una tercera pantalla, ya situada en la consola central que comienza bajo la pantalla multifunción. A través de esta tercera se activan todos los sistemas del climatizador, que no tiene interruptores “físicos”, tanto de temperatura, ventilación, calefacción/ventilación de los asientos, etc. y alrededor de la pantalla también encontramos, en la parte alta, los pulsadores táctiles de desconexión del Star & Stop, centrado de carril, control de descenso……y en la parte baja el del “drive select”, control de tracción, warning, y el del antivaho de parabrisas y luneta. Ya fuera de la pantalla y como interruptores clásicos el botón de arranque y pare del motor, el de la cámara frontal y el de las periféricas, así como la pequeña rueda del volumen del excelente equipo de sonido Bang & Olufsen con 23 altavoces.

Hemos mencionado los asientos y, en esta versión S line, tienen un aspecto realmente deportivo y con un bonito dibujo de las costuras centrales a base de rombos. La sujeción es excelente y el cuerpo se encaja en ellos de forma cómoda y segura por mucho que el coche se mueva o vire de forma continua. El asiento trasero aunque por capacidad y espacio puede albergar a tres personas perfectamente, la configuración es más apropiada para que dos viajen cómodamente y con un ancho reposabrazos central, que se puede desplegar como tal, como reposavasos o dejando un espacio para que puedan pasar objetos largos ubicados en el maletero. Estas plazas traseras disponen de salidas de aire del climatizador y su intensidad y temperatura se pueden manejar a través de su correspondiente pantalla táctil. Hay que señalar que los respaldos de los asientos delanteros disponen de una red portaobjetos. Por su parte, el maletero tiene una capacidad de 605 litros, que puede llegar hasta los 1.755 litros si se abate el asiento posterior. Su acceso es correcto, aunque queda un poco alto el nivel de carga y la apertura del portón es electrónica.

Esta versión 50 TDI, monta un motor diésel de 6 cilindros en V de 2.967 c.c., que dispone de una potencia de 286 CV a 3.500/4.000 r.p.m. y un par de 600 Nm entre las 2.250 y las 3.250 vueltas. Una motorización que se muestra muy rápida en reacciones en cualquier circunstancia, ya sea desde la arrancada como en las aceleraciones una vez tomada velocidad. Las prestaciones son realmente interesantes, pues la velocidad máxima se cifra en los 245 km/h y la aceleración de 0 a 100 en los 6,3 segundos. Por su parte el consumo se puede mostrar bastante contenido en una utilización mixta “normal”, 6,6 litros, o elevarse a cerca de los 8/9 si conducimos con decisión y aprovechando la enorme potencia de la que se dispone, pues no hay tampoco que olvidar que el coche pesa más de dos toneladas. Ahora bien, si por otra parte el consumo es bastante contenido en condiciones más o menos normales es por que se dispone de un motor eléctrico de ayuda, aunque no de empuje como ahora veremos, gracias al cual se consigue una hibridación ligera que permite etiquetar a esta versión del Q8 como ECO, aunque según noticias, Tráfico “quiere meter mano” (¡Como no!). El Q8, como otros modelos de Audi que montan este motor, esta equipado con dos redes eléctricas, la habitual de 12 voltios y otra extraordinaria de 48 voltios. En esta última red es donde se encuentra el motor eléctrico (de 16 CV de potencia), que hace de motor de arranque y de generador y así cuando a través del sistema Star & Stop, el motor de combustión se para por debajo de los 22 km/h, el eléctrico le vuelve a arrancar cuando se necesita, menos en frío en cuya circunstancia el que se encarga de arrancar el motor diésel es el clásico de arranque. Además, entre 55 y 160 km/h, generalmente llaneando o en cuesta abajo y siempre que se retire el pie del acelerador, el motor de combustión se apaga hasta un máximo de 40 segundos. Como dato curioso digamos que cuando nos acercamos a una rotonda o circulamos por encima de la velocidad que indican las señales, el acelerador tiene una vibración y además sale un aviso en el head-up display. La batería que alimenta este sistema de 48 voltios es de iones de litio y esta situada debajo del maletero.

Acompañando a este eficiente y rápido motor, nos encontramos una caja de cambios automática tipo Tiptronic de 8 velocidades. Una caja de cambios supereficiente tanto en las fulgurantes aceleraciones en las que cambia o reduce igualmente de rápido, como en las retenciones. Se puede manejar también manualmente a través de las levas situadas tras el volante. El Q8, como la mayoría de los Audi dispone también de la tracción integral quattro, que reparte inicialmente en un 40/60 por ciento el parte entre el eje delantero y el trasero, pero puede llegar a desviar electrónicamente hasta un 70 % delante y hasta un 85% detrás según las necesidades e igualmente el que se envía a una rueda u otra del mismo eje.

A pesar de su considerable peso y su gran envergadura, el Q8 se muestra muy ágil en todo tipo de carreteras e incluso fuera del asfalto muestra siempre una formidable sensación de seguridad y aplomo. Como la insonorización interior esta muy bien conseguida, se puede viajar muy cómodamente disfrutando del excelente equipo de sonido o manteniendo una conversación sin necesitar elevar el tono de voz. Rodeando a los ocupantes, unas veces de forma agradablemente señalada y otras de forma discreta pero eficaz, un elevado número de sistemas de seguridad, de ayuda a la conducción, de confort, infoentrenimiento, etc., se encargan de hacer los viajes más cortos y descansados, tanto para el conductor como para los acompañantes.

Como decíamos al principio, un SUV con unas formas de coupé inéditas por ahora en el mercado y un espacio interior digno del mayor de los monovolúmenes, sobre todo en anchura y calidad de elementos.


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