Sin embargo, emprender y crear una empresa desde cero requiere de tiempo y organización. Así lo refleja el último estudio[1] llevado a cabo por Level UP, escuela de negocios de referencia para autónomos y PYMEs en España, según el cual, prácticamente el 60% de los pequeños empresarios españoles trabaja entre 8 y 12 diarias.
El estudio, centrado en entender las preferencias y forma de trabajar de los autónomos y pequeños empresarios, revela que el orden es un elemento clave para este colectivo. Así, más del 79% de estos profesionales prefiere trabajar desde una oficina fija o un espacio dedicado al trabajo, mientras que a un 19,35% le gusta hacerlo desde casa y ni un 3% quiere hacerlo desde un coworking y todavía menos hacerlo desde una cafetería o un bar.
Asimismo, a la hora de establecer pautas para mejorar su productividad, el 65,8% de los encuestados sigue una rutina diaria en el trabajo y el 54,7% considera fundamental practicar deporte y cuidar su cuerpo para rendir mejor laboralmente. Igualmente, para más de la mitad de los pequeños empresarios, es necesario controlar el tiempo que dedican a cada tarea para evaluar la efectividad diaria.
Las habilidades de comunicación y empatía, clave para lograr el éxito empresarial
Para el 36,75% de los participantes en el estudio, tener habilidades de comunicación y conexión con el equipo es lo más importante para liderar un negocio con éxito. En la misma línea, prácticamente el 34% de los encuestados considera que saber hacer sentir importantes y valiosos a sus empleados es otra de las cualidades necesarias para ser un buen líder. Finalmente, la pasión y la capacidad de planificación son algunas de las características que definen a un buen líder según el estudio de Level UP.
Ante esta realidad, los resultados de la encuesta muestran cómo hombres y mujeres pueden ser grandes pequeños empresarios y es que, a pesar de tener estilos de dirección distintos, mujeres y hombres pueden complementarse perfectamente a la hora de llevar adelante proyectos empresariales.
Así, el estilo de liderazgo femenino viene marcado por las habilidades sociales, como la capacidad de comunicarse y empatizar fácilmente con los empleados. En cambio, el liderazgo masculino se caracteriza por su personalidad más resolutiva y la determinación a la hora de tomar decisiones. En ambos casos, la dirección empresarial de hombres y mujeres se caracteriza por la tenacidad y la constancia.