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Vitartis: “La brecha digital frena la modernización y la competitividad de las industrias agroalimentarias”

Junta directiva de Vitartis, en la bodega Pago Carraovejas.

La Asociación reclama a las administraciones una “actuación decidida y urgente”, en la presentación de las conclusiones del I Congreso de la Industria Alimentaria de Castilla y León

Miércoles 27 de marzo de 2019
Beatriz Escudero destaca la apuesta del sector por la sostenibilidad: “El consumidor cada vez demanda más un producto que contribuya a la sostenibilidad social y medioambiental, que no lo adquiere solamente por razones de calidad o de precio, sino por su valor y por cómo y dónde se produce”. id:43563

La presidenta de la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León (Vitartis), Beatriz Escudero, ha reclamado una “actuación decidida y urgente” de las administraciones públicas para “eliminar cuanto antes la denominada ‘brecha digital’ en la que se encuentra nuestra Comunidad, porque supone un freno para la modernización y la competitividad de las industrias agroalimentarias”.

Beatriz Escudero se refirió al “enorme déficit de infraestructuras básicas de comunicación digital en la región” durante la presentación de las principales conclusiones del I Congreso de la Industria Alimentaria de Castilla y León celebrado en Ávila los días 28 de febrero y 1 de marzo, que ha analizado hoy la Junta Directiva de Vitartis, reunida en la bodega de Pago de Carraovejas (Peñafiel).

El impacto negativo de la ‘brecha digital’ en el desarrollo de la industria agroalimentaria fue analizado durante el Congreso en el contexto del debate sobre proceso de incorporación de la Industria 4.0 al sector, en el que empresarios y expertos coincidieron en reclamar, “en un clamor unánime”, la intervención urgente de las administraciones en esta materia, “que debe considerarse como un objetivo prioritario de Castilla y León”.

En este sentido, Escudero recordó que la “denominada ‘brecha digital’ es una realidad especialmente grave en el medio rural, en el que se asienta precisamente la mayor parte del tejido productivo agroalimentario, cuyo desarrollo y modernización es esencial para mejorar en términos de competitividad y, adicionalmente, también para contribuir a paliar el gran problema de la despoblación que padece nuestra Comunidad”.

Los empresarios son los líderes del cambio cultural asociado a la implantación de la industria 4.0 en las empresas, una auténtica revolución para las personas y sus organizaciones

En cuanto a la paulatina incorporación del sector agroalimentario a la Industria 4.0, los directivos y los expertos que participaron en el Congreso destacaron “la tremenda importancia de la formación a todos los niveles de la empresa, tanto técnicos como directivos, así como el papel fundamental de los propios responsables de las compañías, que deben asumir el papel de líderes del cambio cultural que exige el proceso de transformación digital de la empresa y su incorporación a la Industria 4.0”.

Beatriz Escudero recordó que Vitartis “ha impulsado muy decididamente la implantación de esos procesos en las industrias del sector, en Castilla y León”. Un compromiso, añadió, que seguirá vigente durante los próximos años.

De hecho, dijo, “mañana mismo se va a celebrar un seminario-taller en el que se tratará sobre las distintas estrategias para lograr la transformación cultural asociada a la implantación de la industria 4.0 en las empresas, una auténtica revolución para las personas y sus organizaciones”.

Los actores de la cadena de valor agroalimentaria apuestan por la cooperación para trasladar al consumidor el valor que aporta cada uno de los eslabones y para garantizar su rentabilidad

La cultura de la colaboración, uno de los valores que ha promovido Vitartis entre sus socios desde su constitución, es uno de los capítulos que suscitó más interés en la sesiones del Congreso de Ávila, por considerarse básico para impulsar el crecimiento para las empresas y estratégico para el mejor entendimiento entre los actores de la cadena de valor agroalimentaria.

“Directivos de cooperativas, de la industria y de la distribución han coincidido en la necesidad de promover la cooperación para trasladar al consumidor el valor que aporta cada uno de los eslabones de la cadena y para garantizar su rentabilidad”, dijo Beatriz Escudero.

“Necesitamos trabajar juntos a lo largo de toda la cadena de valor —añadió—, porque apostar por la cultura de la colaboración es clave para garantizar nuestra propia sostenibilidad”.

En este contexto, dijo, Vitartis “ha ratificado su compromiso con el sector primario, que es determinante a la hora de contar con productos de máxima calidad, teniendo en cuenta al mismo tiempo, no lo olvidemos, que los productores también deben ser competitivos; por eso es imprescindible que nos comuniquemos mucho, en conjunto y en positivo”.

Hay que ser competitivos para lograr ser sostenibles

“Entendemos la cultura de la colaboración —reiteró Escudero— como una estrategia clave para ganar competitividad, que es imprescindible a la hora de garantizar la sostenibilidad de las compañías en sus tres vertientes posibles: económica, social y medioambiental. Hay que ser competitivo para ser sostenible”.

La sostenibilidad, así entendida, es un objetivo fundamental y primordial para la industria alimentaria, según se puso de manifiesto nuevamente en el Congreso de Ávila, que refleja su preocupación “por perdurar en el tiempo y por ser legado para generaciones venideras, tanto la industria como nuestro entorno social y natural”.

Sin embargo, dijo la presidenta de Vitartis, “debemos ser conscientes de que nunca somos suficientemente competitivos, no nos podemos relajar”.

En la tarea de mejorar constantemente la competitividad de las industrias, añadió, hay factores “que dependen de nosotros y otros que no: hagamos hincapié en los primeros. Esta no es una batalla ganada. La industria necesita seguir incorporando tecnología para ganar competitividad y necesitamos también una agricultura competitiva”.

La sostenibilidad abre nuevos modelos de negocio y contribuye al desarrollo económico y social de la Comunidad

Pero, para alcanzar el reto de la sostenibilidad, dijo la presidenta de Vitartis, “es preciso lograr la unión y la vertebración de toda la cadena de valor, también con la colaboración de las administraciones, para trabajar todos en la misma dirección, porque es tarea y objetivo de todos. La industria somos aliados de la sociedad en este objetivo”.

Además, añadió, la sostenibilidad es también una oportunidad de nuevos modelos de negocio. “El consumidor cada vez demanda más un producto que contribuya a la sostenibilidad social y medioambiental, que no lo adquiere solamente por razones de calidad o de precio, sino por su valor y por cómo y dónde se produce”.

La presidenta de Vitartis reconoció, en este sentido, que el sector debe trabajar y poner en marcha distintas líneas de comunicación “para que el consumidor cuente con todos los datos y pueda adquirir responsablemente un producto”.

“Me refiero a la necesidad de que el ciudadano, el consumidor —que somos todos—, conozca el excelente trabajo que realiza el sector agroalimentario de Castilla y León, que conozca el compromiso del sector con nuestra tierra, con el desarrollo y la modernización de nuestro territorio. Y que, por lo tanto, a la hora de comprar un producto sepa que no solamente adquiere calidad, sino que también contribuye al progreso de nuestra Comunidad”.

Las personas tienen el talento y son el alma de la empresa. Sin su implicación no es posible innovar, ni crecer, ni ser competitivos

Las personas, el talento y la formación fueron punto de referencia de la mayor parte de las ponencias y mesas de debate celebradas en el Congreso de Ávila, “porque el papel de la persona es vital para nuestro sector, tanto a lo largo de la cadena de valor como en todos los ámbitos de la empresa y, por supuesto, finalmente como consumidores”.

“Sin la implicación, el compromiso y los valores de las personas que hacen las empresas no se podría crear, innovar, crecer ni ser competitivo. Las personas tienen el talento y son el alma de las empresas. Por eso hay que cuidarlas por encima de todo”, aseguró Beatriz Escudero.

Al respecto, dijo, el Congreso de Ávila ha reforzado el criterio defendido por Vitartis en su apuesta por la innovación abierta y colaborativa, por ser el modelo más beneficioso para toda la cadena de valor.

“Se trata de una apuesta que cuenta necesariamente con el talento y la formación de las personas, la transferencia de conocimientos desde la agricultura y la ganadería al sector industrial, y viceversa. Todo ello desde una nueva mirada de escucha activa que sitúa al cliente en el centro de los avances e innovaciones de la industria”.

Resumen de conclusiones:

1- Promoveren las empresas del sector el cambio cultural asociado a su proceso de incorporación a la Industria 4.0.

2- Los máximos responsables de las empresas deben convertirse en líderes del cambio cultural.

3- Contribuir a extender la cultura de la colaboración a toda la cadena de valor agroalimentaria, una estrategia clave para garantizar la sostenibilidad de las empresas.

4- Consolidar y ampliar iniciativas que mejoren constantemente la competitividad de las empresas: es preciso ser competitivos para ser sostenibles.

5- Vitartis ratifica su compromiso con el sector primario, al que brinda su apoyo y colaboración para avanzar en términos de competitividad.

6- Profundizar en las nuevas oportunidades de negocio que ofrece la apuesta por la sostenibilidad.

7- Establecer líneas de comunicación dirigidas al consumidor, que permitan poner en valor el compromiso del sector con Castilla y León, la mejora de vida de los ciudadanos, el progreso y el cuidado del medio ambiente.

8- Fomentar la formación de los equipos humanos en la empresa, técnicos y directivos, para consolidar entornos colaborativos y competitivos.

9- Colaborar con los asociados en la tarea de promover la transferencia del conocimiento, así como la protección y la atracción del talento.

10- Extender la apuesta de Vitartis por constituirse en un ‘eco-espacio’ de innovación abierta y colaborativa.

11- Mantener una línea de diálogo permanente con las administraciones públicas y colaborar en la definición de un entorno normativo adecuado para el desarrollo de la actividad empresarial, así como reclamar la dotación de las infraestructuras públicas necesarias para mejorar constantemente la competitividad de las empresas.

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