Según revela el informe, las exigencias del trabajo autónomo no solo se hacen patentes al hablar de vacaciones, sino que también están presentes en el día a día. Una gran mayoría de autónomos (76,4%) trabaja frecuentemente los siete días de la semana y un 56,2% más de 10 horas diarias. Estos datos contrastan con los del resto de trabajadores – un 47,2% de los asalariados trabaja todos los días y un 27% más de 10 horas al día – estableciéndose una brecha entre ambos regímenes de 29 puntos porcentuales.
A esto se suma que cuatro de cada diez trabajadores por cuenta propia (39,1%) aseguran incluso que han tenido que acortar su baja de paternidad o maternidad para no ver reducidos sus ingresos.
Estas condiciones hacen muy difícil la conciliación entre vida laboral y personal. De hecho, la escasa conciliación es uno de los principales problemas que encuentran los trabajadores al establecerse como autónomos, como asegura un 38,9%. Sin embargo, este no es el único ni principal obstáculo que alude el colectivo: la desprotección de la Seguridad Social (citada por un 68%), la financiación para emprender (53,8%) y la morosidad de los clientes (40,4%), encabezan el ranking de dificultades.
En palabras de José Manuel Jiménez, director del INSTITUTO SANTALUCÍA: “la principal preocupación de los trabajadores autónomos es la desprotección social que encuentran en temas como el paro o la pensión. Este año ha traído novedades importantes como el aumento de la base mínima y el tipo de cotización, que llevan asociadas mayores coberturas sociales, además de la obligación de cotizar por contingencias profesionales, por cese de actividad y formación profesional. A esto hay que sumarle las nuevas obligaciones fiscales y deducciones previstas para la Renta 2018”.
Los autónomos, más estresados que el resto de los trabajadores
Las circunstancias descritas anteriormente influyen de forma decisiva en que el 58% de los autónomos afirme vivir estresado por motivos laborales. Además, según refleja el estudio, el estrés es mucho más común en el colectivo autónomo que entre los trabajadores asalariados (41%), casi 17 puntos de diferencia. Además, hasta un 46% de los trabajadores por cuenta propia sostiene que ha tenido problemas de salud por trabajar demasiado.
Por ello, el 57% no recomendaría a sus hijos o a su círculo cercano hacerse autónomos. No obstante, es destacable que la percepción es mucho más positiva dentro del propio colectivo que entre los trabajadores del Régimen General; el 80% de estos no lo recomendaría.
A pesar de las dificultades expuestas, los trabajadores también señalan ventajas del trabajo por cuenta propia, que les animó a convertirse en autónomos. La principal, para un 42,4% de ellos, fue el deseo de emprender y montar un negocio propio, seguido del hecho de ser tu propio jefe, para un 41,7%. La flexibilidad de horarios también fue citada por un 29,2%.
Por otro lado, un 29,7% afirma que se hizo autónomo por exigencia ajena o porque no tenía otra opción.