La percepción de estos conductores está respaldada por una investigación publicada en la revista Nature que demuestra que escuchar música libera dopamina, la hormona de la felicidad. Además, el placer aumenta cuando se trata de una canción que nos gusta. En este sentido, SEAT es la primera marca del mundo en integrar Shazam en sus coches. Según la consultora Nielsen, el 70% de los usuarios utilizan esta aplicación a más de 30 km/h. Es decir, mientras están en un vehículo en movimiento. We will rock you: Y aunque sobre gustos no hay nada escrito, los participantes también eligen géneros: pop y rock son los preferidos. Un 64% asegura que escuchar diferentes tipos de canciones cambia su estado de ánimo.
Ante este vínculo entre música y conducción, es imprescindible que los sistemas de audio de la actualidad suenen como una orquesta. En la calidad del sonido influyen numerosos aspectos, desde la ubicación de los altavoces hasta la geometría del habitáculo del coche y, por supuesto, el movimiento. “Nuestro objetivo final es conseguir el sonido más natural posible”, apunta Adrián Mateo, ingeniero de Acústica Car Audio de SEAT.
Bohemian Rhapsody: Cualquier fragmento del éxito de Queen es un claro ejemplo del efecto que produce la música en los conductores. Bohemian Rhapsody, de 1975, es la primera de la lista de las 20 mejores canciones para viajar en coche, elaborada a partir de las respuestas de los participantes en la encuesta de SEAT UK. El Top 10 está lleno de imprescindibles. Segundo puesto para otro éxito setentero, Dancing Queen, de Abba, que da paso a Livin’ on a Prayer, de Bon Jovi, y otros de la década de los 80 como Walking on Sunshine o Eye of the Tiger.