Uno de los momentos más esperados en materia de política y economía mundial se acerca a su fin: el Brexit. Ya sea que se dé de forma dura o blanda, los ojos de todo el planeta se posan en lo que suceda aquí, ya que en definitiva se ponen en el tapete millones de euros. En el caso español, además, entran en juego cientos y cientos de intercambios comerciales. Según números oficiales, la relación con el Reino Unido llega a aportar el 3% del PIB español, cifra que es más que importante a la hora de pensar en el comportamiento de la bolsa y las acciones investing, por ejemplo. En esa dirección, el turismo y las exportaciones son dos aspectos significativos a tener en cuenta.
Es por eso que cualquier tipo de modificación dentro del ámbito legal, sobre todo si se da en el marco de un Brexit duro, puede suponer un movimiento más que turbulento dentro del ámbito económico nacional. Uno de los sectores más preocupados por lo que suceda con el Reino Unido es el de la pesca, ya que según ha expuesto el economista José María Rotellar, si el Reino Unido abandona el bloque regional de una manera “dura”, esto puede poner fin con el 15% de la flota pesquera de la Unión Europea. Eso provoca, a su vez, la pérdida de más de 5.500 empleos, algo que va a impactar de lleno en España, debido a que es una de las naciones más preponderantes dentro de la flota comunitaria.
Ahora bien, si la pesca es el sector primario al que prestarle atención, dentro del rubro industrial son las empresas automotrices las que más se muestran preocupadas Ese sector aporta más 70.000 millones de euros al PIB español y exporta más de 350.000 vehículos a Reino Unido, por un importe cercano a los 6.000 millones de euros. Con la salida de los británicos, los aranceles subirán y por consecuencia podrían llegar a reducirse en un 25% las ventas de vehículos a ese mercado, provocando un vacío más que significativo en las arcas españolas. Además, pone en riesgo a más de 20.000 puestos de trabajo.
Por último, y tal como adelantamos, el turismo puede ser el servicio que más se vea afectado. En el caso de que la libra se deprecie tras el Brexit y se acerca al valor del euro, eso provocaría dos factores negativos: primero, un menor gasto per cápita por parte de los visitantes. En segundo lugar, una posible reducción del 25% de los turistas británicos a España.Las pérdidas se estiman en1.818 millones de euros y podrías peligrar más de 13.000 puestos de trabajo.