Así, la primera de las agencias les otorga una calificación de A- con perspectiva estable para la deuda a largo plazo, y de F1 para la deuda a corto; misma calificación que concede al Reino de España.
Por su parte, la agencia Moody’s también ratifica la anterior calificación de Adif y Adif AV, con una puntuación de Baa2 para la deuda a largo y de P-2 para la deuda a corto plazo.
Hay que señalar en ambos casos que la calificación está muy ligada a la del Reino de España, por lo que es susceptible de variación en función de la propia evolución de la deuda soberana del Estado Español.