El proyecto legislativo pretende introducir transparencia en el proceso de fijación de estos índices y evitar conflictos de intereses como los que llevaron al escándalo por el amaño del Líbor.
La manipulación de índices como el Líbor y el Euríbor socava la confianza en los mercados y distorsiona su funcionamiento, afectando a los beneficios de los inversores y al precio que se paga por los créditos e hipotecas. Otros índices tienen un efecto similar sobre los mercados de divisas.
El pleno debe confirmar el jueves el acuerdo informal alcanzado en noviembre del año pasado por los negociadores de la comisión parlamentaria de Asuntos Económicos y Monetarios y los del Consejo.
En virtud del trato, se crearán tres categorías de índices, sujetos a diferentes regímenes de supervisión dependiendo de su grado de influencia sobre la estabilidad de los mercados.