Una VPN (Virtual Private Network, en inglés) o ‘Red Privada Virtual’ en español, impide que las conexiones en Internet puedan ser espiadas. Esta tecnología, que no es nueva, era usada hasta hace poco exclusivamente por organismos o instituciones públicas y privadas para asegurar la integridad y seguridad de sus comunicaciones. Ahora también está al alcance de los particulares. id:44656
Como podemos leer en esta guía del Centro Criptológico Nacional, que depende del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), las principales ventajas del uso de una VPN son:
A primera vista parece que un usuario común o una empresa pequeña o mediana no necesitan esos niveles de protección. Gran error. Vamos a ver que le está sucediendo ahora mismo a la mayoría de los particulares conectados a Internet. Se conectan a Internet a través de su proveedor (Telefónica, Amena o cualquier otro) y ese proveedor sabe, almacena todos los sitios que visitamos, durante cuánto tiempo, si compramos y el qué y a quién. Cómo pagamos las compras y si jugamos por Internet.
Algo muy parecido sucede cuando visitamos Facebook o Google. Monitorizan y guardan todos los datos que pueden sobre nuestras actividades en esas páginas. Y después trabajan esos datos, cuando no los venden directamente terceros, que, en el mejor de los casos, nos bombardearan con publicidad. Pero el verdadero riesgo está en que entren en nuestro ordenador y nos roben documentación importante -patentes, por ejemplo- contraseñas o que realicen alguna transferencia desde nuestras cuentas bancarias.
Las pymes no salen mejor paradas en el tema de la seguridad. Durante 2017 el 53% de las pequeñas y medianas empresas recibieron ciberataques. Y en estos casos las consecuencias pueden ser tan graves que la empresa puede llegar a cerrar.
La seguridad total no existe ni en Internet ni en el mundo físico, pero dejar de navegar por Internet a través de nuestro proveedor y empezar a usar un servidor VPN representará un salto cualitativo en la protección de nuestros datos.
Ahora viene lo más importante: elegir entre los mejores proveedores VPN aquel que mejor cubra nuestras necesidades, por ejemplo, navegar anónimamente, descargar películas sin dejar rastro, ver Netflix en el extranjero, o mandar correos electrónicos confidenciales con absoluta seguridad.