Muchas personas han descubierto que convirtiéndose en prestamistas privados pueden rentabilizar su capital fuera de las entidades bancarias, evitando métodos tradicionales de inversión como los fondos de inversión, los depósitos a plazo fijo, las materias primas, la bolsa o el mercado inmobiliario.
Cualquier particular puede iniciar esta actividad y obtener unos buenos resultados económicos. Obviamente como en cualquier otra actividad económica, tendrá que declararla a Hacienda y tributar por los beneficios obtenidos.
Inversores privados
Que los particulares financien emprendimientos no es nuevo. Tanto en el sistema tradicional como con las nuevas plataformas de financiación nacidas gracias a la transformación digital, los mecenas e inversores siempre han estado dispuestos a arriesgarse e invertir sumas de dinero considerables en proyectos en los que creen, ya sea en iniciativas artísticas, tecnológicas, industriales o en fundaciones, lo que les da cierto prestigio. Ellos suelen acudir a los eventos de networking de emprendimiento para ver cuáles son las nuevas tendencias para invertir su capital con contactos y ser socios.
Desde el punto de vista del cliente, es decir, de aquel que solicita la financiación, este sistema puede ser mucho más rápido que el que proporciona la financiación bancaria tradicional, con menos papeleo y burocracia. De entre los sistemas de financiación colectiva que han surgido en Internet, el crowdleading es una modalidad que tiene varias plataformas web en donde tenemos la opción de gestionar nuestro préstamo con un objetivo claro, metas y justificaciones hacia dónde va a ir dirigido el dinero. Una plataforma de crowdleading es un espacio en donde tenemos que demostrar que nuestra idea va a ser rentable a todo tipo de inversores, desde un ama de casa, un profesional o un empleado que prestan desde 500 hasta 500.000 euros, por ejemplo.
Es muy importante tener en cuenta la diferencia entre el Crowdfounding y el Crowdlending. En el primero recibimos donaciones para campañas artísticas o para caridad y en el segundo, debemos devolver el préstamo siguiendo ciertas condiciones. Lo importante de participar en estas comunidades es cultivar nuestra credibilidad y reputación, ya que hemos de responder a los usuarios que han confiado en nosotros para invertir parte de su dinero. También, hay condiciones como intereses y plazos de devolución que en comparación con los bancos son menos engorrosos.
Los prestamos p2p, como decíamos al principio, son una buena opción para diversificar nuestras inversiones. El préstamo P2P (del inglés “Peer to Peer””, que significa en español “préstamo de persona a persona” se ha popularizado en los últimos años debido a la facilidad con la que se pueden formalizar. Básicamente, los créditos Peer to Peer están dirigidos a dos tipos de clientes: uno que busca dinero y el otro que necesita prestarlo o invertirlo para conseguir rentabilizar sus ahorros.
Los préstamos P2P son una alternativa enmarcada dentro de los distintos tipos de créditos online que se pueden solicitar por medio de una plataforma web especializada, que es la responsable de hacer de enlace entre el que necesita el dinero y quien lo quiere invertir.
Los créditos a través de plataformas de crowdlending, al igual que otros productos de inversión, tienen un nivel de riesgo, especialmente en la inversión inicial. Sin embargo, esta forma de financiación a través de los años ha crecido y se ha consolidado como una forma totalmente segura para invertir, ganar e incrementar el dinero.
Esta forma de financiación entre un prestamista y prestatario a través de una plataforma crowdlending es, sin duda alguna, una gran alternativa en estos tiempos en que los bancos mantienen cerrado el grifo del crédito. Así, convertirnos en un inversor o prestador es muy fácil. Solo tenemos que disponer de una cantidad de dinero, registrarnos en una plataforma de créditos online y ofrecer nuestro capital.