Como ocurre en la mayoría de las últimas versiones de los modelos Audi, el A1 adopta la típica parrilla Single Frame, más ancha y baja, lo que le permite lucir sobre ella, justo en el borde del capó motor, unas entradas de aire, como “homenaje” a las que presentaba el legendario Quattro de los 70. En principio la carrocería solo tendrá 5 puertas, desechando la de tres que sí ofrecía la primera generación. Las llantas de esta versión son de 18”, pero pueden ser de 15” en las más básicas. Hay que destacar que ofrece unos faros Full Led y que los grupos ópticos traseros también son de tecnología led.
Si el exterior del nuevo A1 es atractivo, el interior no le anda a la zaga y nada más abrir la puerta se pueden apreciar los detalles igualmente deportivos que ofrece la carrocería. El cuadro, como ya es casi habitual en la marca, es en realidad una pantalla de 10,25” en lo que a la serie se refiere, pero opcionalmente se puede adquirir una de 12,3”, con un mayor número de funciones. Por su parte la del infoentretenimiento es de 8,8” en los modelos de serie y de 10,1” en la opción, como era el caso de los modelos probados.
Ambos sistemas son compatibles con Android Auto y Apple CarPlay, utilizando, en el caso de la opción más completa, el procesador informático que utilizan los lujosos A, A7 y A8. Los mandos auxiliares están distribuidos de manera muy lógica y son fáciles de manejar y hablando de facilidad, digamos también que es fácil adaptarse a la postura más idónea ente el volante lógicamente multifunción. Los asientos de piel y Alcantara, sujetan bien el cuerpo y a la vez resultan cómodos. La terminación en general es buena, aunque la dureza de algunos plásticos permite alguna vibración leve en la zona de las puertas.
Hemos conducido las tres versiones y francamente la más pequeña, dotada con el motor de tres cilindros y 116 CV de potencia, nos ha sorprendido por su excelente comportamiento. Acelera con suma rapidez y permite hasta una conducción de talante deportivo, a pesar de que el cambio automático S Tronic esta orientado ha cambiar pronto de velocidad para reducir el consumo, pero claro, para eso están las levas tras el volante, para utilizarlo manualmente y “obligarle” a sacar lo mejor de si que es mucho. La intermedia, de 150 CV es más previsible en su comportamiento y si bien ofrece unas prestaciones algo más elevadas que las de su hermano menor, la diferencia de precio quizás no lo justifique a la vista de los resultados que casi son similares. Puestos a disfrutar y como es esperable, la versión superior, 40 TFSI de 200 CV tiene un comportamiento mecánico que a buen seguro hace las delicias a los más “quemados” deportivamente hablando. Sube de vueltas sin parar y en la posición S y la opción Dynamic, permite una conducción realmente deportiva y divertida, mostrando una agilidad difícil de igualar en coches de esta categoría e incluso superiores.
Las suspensiones resultan algo duras en las tres versiones, hecho este que se da por asumido, al disfrutar de una conducción tan dinámica. En todo momento han transmitido, las tres versiones, una seguridad envidiable, pues además los frenos son muy potentes y no han mostrado muestras de fatiga aun bajando fuerte el puerto de Navafría.
El nuevo A1 Sportback se fabrica en España en la factoría de SEAT de Martorell y como competidores de él prácticamente solo se puede contabilizar el Mini cinco puertas, aunque nos parece más efectivo el Audi si se quiere disfrutar de una conducción deportiva. Quizás también y aunque hay una diferencia de precio a favor del él, el DS 3, por su innegable glamour, puede considerarse un competidor a la hora de elegir, aunque no a la de conducir.